SEUL, Corea del Sur.- Corea del Norte disparó dos proyectiles no identificados contra su mar oriental este lunes, cuando comienza a reanudar las manifestaciones de armas después de un paréntesis de meses que podría haber sido forzado por la crisis del coronavirus en Asia.
Los lanzamientos desde un área cerca de Wonsan se produjeron dos días después de que los medios estatales de Corea del Norte dijeron que el líder Kim Jong Un supervisó un simulacro de artillería destinado a probar la preparación para el combate de las unidades en las áreas de primera línea y este.
El Estado Mayor Conjunto de Seúl confirmó los lanzamientos en un comunicado, pero no pudo decir de inmediato a qué distancia volaron los proyectiles o si las armas eran balísticas o de artillería de cohetes.
Kim había entrado en el Año Nuevo prometiendo reforzar su disuasión nuclear frente a las sanciones y la presión de Estados Unidos "como un gángster", utilizando una reunión clave del partido gobernante a fines de diciembre para advertir sobre acciones "impactantes" sobre negociaciones nucleares estancadas con la administración Trump.
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También dijo que el Norte pronto revelaría una nueva "arma estratégica" e insistió en que el Norte ya no estaba "unilateralmente vinculado" a una suspensión autoimpuesta en las pruebas de misiles balísticos nucleares e intercontinentales.
Pero la falta de actividad de prueba en los últimos meses hizo que los expertos se preguntaran si el Norte estaba frenando sus exhibiciones de armas mientras empujaba una dura campaña contra el coronavirus, que los medios estatales han descrito como una cuestión de "existencia nacional".
Aparentemente, la última demostración de fuerza de Kim apunta a elevar la moral militar, fortalecer la unidad interna y demostrar que su país está bien a pesar de las preocupaciones externas de cómo el Norte enfrentará un brote.
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Corea del Norte aún no ha confirmado ningún caso de COVID-19 , aunque los medios estatales han insinuado que un número incierto de personas ha sido puesto en cuarentena después de mostrar síntomas. Corea del Norte cerró casi todo el tráfico transfronterizo, prohibió a los turistas, intensificó la detección en los puntos de entrada y movilizó a decenas de miles de trabajadores de la salud para controlar a los residentes y aislar a aquellos con síntomas.
Kim y el presidente Donald Trump se reunieron tres veces desde que se embarcaron en su diplomacia nuclear de alto riesgo en 2018, pero las negociaciones han fracasado desde su segunda cumbre en febrero pasado en Vietnam, donde los estadounidenses rechazaron las demandas de Corea del Norte de un alivio de sanciones a cambio de una rendición parcial de su capacidad nuclear.
Tras el colapso en Hanoi, el Norte terminó una pausa de 17 meses en la actividad balística y realizó al menos 13 rondas de lanzamientos de armas el año pasado, utilizando el punto muerto en las conversaciones para ampliar sus capacidades militares.
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