La COP28, la mayor y más importante reunión internacional para abordar la emergencia del calentamiento global, arranca hoy en Dubái, Emiratos Árabes Unidos. Se trata de un evento en el que diversos líderes políticos, activistas y científicos, buscan determinar el futuro climático del planeta.
Sin embargo, la cumbre se realiza en un ambiente negativo: por un lado, el avance del negacionismo, las teorías de la conspiración y los ataques contra expertos y activistas.
A esto se suman eventos geopolíticos que han llevado a varios países a reducir o advertir que no podrán cumplir metas fijadas para 2030. Uno de los elementos clave de la cumbre será el tema del dinero: ¿quién y cómo se va a financiar el Fondo de Pérdidas y Daños (FPD)? ¿Quién y cómo va a ayudar a los países en vías de desarrollo que reclaman a los grandes emisores auxilio para frenar los efectos del cambio climático?
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Pero con la inflación elevada y dos guerras simultáneas, los expertos ven complejo que Estados Unidos o los países europeos se muestren dispuestos a hacer más. La cumbre misma se ha visto envuelta en polémica desde que se anunció que el presidente de la conferencia es Sultán al Yaber, quien ejerce también como director ejecutivo de la petrolera estatal emiratí ADNOC.
Las fake news
Desde la primavera de 2022, expertos climáticos han enfrentado una ola de ataques en las redes sociales. Con cada inundación, sequía, incendio o publicación de un estudio sobre el cambio climático, viene una serie de respuestas de negacionistas alegando que tal no existe.
Un estudio de la Universidad Carnegie Mellon, en Estados Unidos, analizó 38 mil posteos en X y encontró que los negacionistas del cambio climático comparten “abrumadoramente” publicaciones relacionadas con teorías conspirativas, como la de la geoingeniería, según la cual, los cambios radicales en el ambiente no se deben al cambio climático, sino al uso de tecnología.
En otras palabras, que son provocados. O la teoría de las estelas químicas, según la cual las estelas que dejan los aviones son en realidad agentes químicos o biológicos que buscan generar cambios en los cultivos o tienen otros propósitos sombríos.
Situación adversa
La COP28 arranca en un escenario adverso, con la guerra de Rusia-Ucrania y la de Israel con Hamas y los países enfrentando diversos niveles de inflación. La discusión no sólo es sobre cómo acelerar el fin de las emisiones contaminantes, de los combustibles fósiles. Países en desarrollo han pedido que la cumbre se concentre en el tema del financiamiento. ¿Quién va a aportar qué?
De acuerdo con Oxfam, Somalia, Haití, Yibuti, Kenia, Níger, Afganistán, Guatemala, Madagascar, Burkina Faso y Zimbabue son los países más afectados por el cambi o climático. No son, ni de lejos, los más contaminantes —lugar que ocupan China y Estados Unidos.
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Es justo uno de los meollos del problema. Estos países reclaman ayuda para mitigar el daño ambiental, y que los países más contaminantes aporten más al Fondo de Pérdidas y Daños (FDP).
Es un tema clave, en el que no hay acuerdo todavía. Tampoco hay avances suficientes para considerar que se cumplirán los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero para 2030. Un revisión difundida por Naciones Unidas en septiembre indica que si bien hay avances, se requiere acelerarlos “masivamente”. El reporte aboga por una “descarbonización masiva” y de descartar, urgentemente, los combustibles fósiles. Este será otro de los temas clave en la COP28.
Retrasos
Los países llegan con retrasos, como Estados Unidos, cuyo presidente, Joe Biden, no irá a la cumbre. En su lugar y tras las protestas por su inasistencia, irá la vicepresidenta Kamala Harris. El papa Francisco, por su enfermedad respiratoria, tampoco acudirá.
Pese a ser el segundo emisor de gases de efecto invernadero, las medidas que ha adoptado EU no bastan para que cumpla sus objetivos para 2030. En 2021, emitió 6 mil 280 millones de toneladas de gases contaminantes, siendo el sector del transporte el que más emisiones genera, pese al impulso que se ha dado a los vehículos eléctricos.
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China, el primer emisor, ha aumentado su capacidad de energías renovables, aunque no ha logrado reemplazar las energías fósiles. Este mes, el gobierno reveló un plan para controlar las emisiones de metano.
Pero si bien es cierto que la situación ha mejorado y China se ha fijado compromisos climáticos que parece podrá cumplir, los expertos consideran que lo hará porque no son demasiado ambiciosos. El gobierno británico ha apostado por ampliar la extracción y producción de gas y petróleo en el mar del Norte, alejándose de sus compromisos, apremiado por la situación económica.
Uno de los momentos más esperados de la cumbre es el Global Stocktake, cuando se presentará un balance global de los compromisos adquiridos por los países y el cumplimiento hasta el momento, lo que permitirá saber si las acciones son suficientes o no. Con información de agencias