Washington.— México enviará 6 mil efectivos de la Guardia Nacional a la frontera con Guatemala en respuesta a las exigencias de Estados Unidos para aumentar la presión contra los migrantes centroamericanos. Se trata de la primera concesión oficial del gobierno mexicano en aras de evitar que Donald Trump cumpla su amenaza de imponer aranceles de 5% a todos los bienes mexicanos importados a partir del 10 de junio.
El secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, confirmó al salir de una reunión vespertina en el Departamento de Estado uno de los puntos que, según informaciones aparecidas en varios medios de EU, conforman la propuesta de concesiones mexicanas hacia la administración Trump, que exige frenar el flujo migratorio en suelo mexicano cuyo destino final es Estados Unidos, a cambio de no aplicar los aranceles, que aumentarían gradualmente.
“Hemos informado al gobierno de Estados Unidos que se formó en México la Guardia Nacional”, dijo Ebrard en una declaración breve tras algo más de una hora de reunión en el Departamento de Estado. “Les hemos explicado que son 6 mil hombres que van a estar ahí desplegados, eso es correcto”, apuntó, en referencia a la cifra que estaría en la frontera sur.
El envío de la Guardia Nacional a la frontera entre México y Guatemala sería uno de los puntos de la propuesta mexicana, que de acuerdo con el Post incluye la construcción de más centros de detención de migrantes y puntos de control para detenerlos en su tránsito hacia EU.
Cuestionado por la posibilidad de aceptar un acuerdo de tercer país seguro, bajo el cual todo solicitante de asilo debería primero pedir protección en México, se remitió a declaraciones de días anteriores en las que negó esa posibilidad; sin embargo, medios de comunicación de EU aseguraron que México habría aceptado una propuesta similar que permitiría a Washington deportar a suelo mexicano a los solicitantes de asilo guatemaltecos, y a Guatemala a los solicitantes hondureños y salvadoreños.
A pesar de los avances, las pláticas no han concluido y siguen hoy. En la reunión de ayer ya no estuvo presente el vicepresidente Mike Pence y Ebrard dijo que espera que en las de este viernes vea al secretario de Estado, Mike Pompeo. Por lo pronto, la Casa Blanca sigue dispuesta a aplicar los aranceles en el primer minuto del próximo lunes.
Desde Europa, muchas horas antes incluso de que iniciaran las pláticas del jueves, Trump insinuaba que no habría nada que pudiera frenar la aplicación de las tarifas. “Hemos dicho a México que los aranceles estarán ahí. Y lo digo en serio”, amenazó.
“Nuestra posición no ha cambiado y seguimos moviéndonos hacia las tarifas, en este momento”, dijo la vocera presidencial Sarah Sanders, minutos antes de la última reunión del día de la delegación mexicana en el Departamento de Estado.
La voluntad de la administración Trump es tal, que hasta tendrían ya redactado el documento para aplicar el gravamen. El periódico The Hill tuvo acceso al supuesto borrador de la declaración de emergencia internacional por la cual Trump impondría los aranceles. “México ha fracasado en su toma de acciones suficientes para aliviar el problema [de la crisis migratoria], ha permitido que la incursión masiva incremente, y ha fracasado en proteger su propia frontera sur”, indica el documento.
En caso de que se apliquen los aranceles, el Congreso cada vez está más dispuesto a retar el órdago de Trump. El comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, uno de los más poderosos, avisó que impulsará una declaración para vetar la aplicación de aranceles tan pronto como sea necesario. Entre algunos expertos, sin embargo, empieza a surgir la duda de si la administración estadounidense tiene la infraestructura necesaria para empezar una recolección de tarifas masivas en los puestos fronterizos con México.