Madrid.- El conservador Partido Popular (PP) gobernará la mayoría de los ayuntamientos de España, constituidos este sábado tras las elecciones del 28 de mayo, y en algunos casos tras llegar a acuerdos con la ultraderecha de Vox, mientras los socialistas perdieron más de la mitad de los consistorios, aunque estarán al frente de la alcaldía de Barcelona.
Los acaldes de cerca de 8 mil 130 municipios españoles tomaron hoy posesión de sus cargos, varias semanas después de los comicios locales y regionales en los que los conservadores del PP arrasaron y arrebataron a la izquierda plazas tradicionalmente ocupadas por el Partido Socialista (PSOE).
Los conservadores gobernarán en 30 de las 50 capitales de provincia españolas -con mayoría absoluta en 14 de ellas-, y el PSOE, en 10.
El PP estará al frente de los ayuntamientos de cinco de las principales ciudades gracias a los pactos alcanzados con Vox, formación con la que logró formar gobierno además en 140 municipios españoles.
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El giro inesperado en Barcelona
Mientras en Madrid el conservador José Luis Martínez Almeida revalidaba su cargo al frente de la alcaldía de la capital española, esta vez por mayoría absoluta, en Barcelona el triunfo del Collboni se conoció en la votación final, casi al límite de los plazos establecidos.
La victoria socialista con el apoyo de la formación de izquierdas de la actual regidora, Ada Colau, En Comùn Podem, y el Partido Popular, supuso un giro radical en el guion, ya que todo hacía prever que sería el independentista Xavier Trias, del partido de Carles Puigdemont, el que ocuparía la oficina consistorial.
Trias contaba con el apoyo de los también separatistas de Esquerra Republicana (ERC) y precisamente de En Comú Podem, que a pesar de todo renuncian a formar parte del gobierno municipal para a partir de ahora pasar a la oposición, condición impuesta por el PP para apoyar a Collboni.
Un anticipo de las generales
El dominio conservador en los ayuntamientos españoles y los acuerdos con la extrema derecha para gobernar en ciudades importantes se ve como un anticipo de lo que puede suceder tras las elecciones generales, convocadas anticipadamente por Pedro Sánchez para el 23 de julio tras los malos resultados obtenidos por los socialistas en los comicios locales de mayo.
Aunque el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, había apostado porque gobernara la lista más votada, finalmente su partido en distintos ayuntamientos pactó con la extrema derecha.
Hasta ahora, este pacto sólo tenía como precedente en España el Gobierno regional de Castilla y León, pero ahora se ha extendido a nivel local y a regiones importantes como la Comunidad valenciana.
Lo acontecido en los ayuntamientos españoles puede ser también un adelanto de lo que ocurra en los Ejecutivos autonómicos que quedan por cerrar tras los comicios de mayo.
Los plazos de constitución de estos últimos son más largos que los municipales, pero existe el precedente de lo sucedido en la región de Valencia, donde derecha y ultraderecha ya han pactado la formación de un gobierno conjunto.
Lo que pase en España no es ajeno a un contexto europeo en el que la ultraderecha ha ido adquiriendo poder en los últimos años, hasta llegar a gobernar en países como en Italia o Finlandia.
De momento, el Centro español de Investigaciones Sociológicas prevé una victoria del PSOE en las generales, con un 31,2 por ciento de votos, aunque solo medio punto por encima del PP, que sigue en ascenso.
Un sondeo de este organismo oficial difundido este viernes otorga a la nueva coalición de izquierda Sumar el 14.3% y a Vox el 10.6.%
El presidente Sánchez se mantiene como el político preferido, pero el líder de los conservadores Feijóo mejora en la confianza entre los españoles.
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mcc
