Viena.— Sebastian Kurz repetirá como canciller de Austria tras ganar ayer las elecciones anticipadas con un margen que le permite deshojar la margarita de varias coaliciones: repetir el polémico pacto con los ultras, girar radicalmente hacia Los Verdes o recurrir a la gran coalición con la socialdemocracia.
Con 37.2 % de los votos y 71 escaños, Kurz sacó 5.6 puntos y nueve diputados más que hace dos años, cuando forzó otras elecciones anticipadas tras hacerse con el control del Partido Popular (ÖVP) y romper el pacto de gobierno con los socialdemócratas.
Su gobierno, esta vez con los ultranacionalistas del FPÖ, fue breve: 17 meses plagados de escándalos de sus socios, que acabaron en mayo con un caso de corrupción, la ruptura de la coalición y una moción de censura que tumbó su Ejecutivo, por lo que se tuvieron que convocar elecciones anticipadas.
Los austriacos castigaron al FPÖ: el partido de extrema derecha habría perdido unos 10 puntos respecto a las elecciones de 2017, obteniendo alrededor de 16% de los votos. Quedó por detrás de los socialdemócratas: 22%.
El líder del FPÖ, Norbert Hofer, declaró a los medios austriacos que creía que el resultado significa que el partido no participará en las negociaciones para formar un gobierno de coalición, y agregó que “eso significa que nos estamos preparando para hacer la oposición”.
En una campaña en la que los desafíos climáticos sustituyeron a la cuestión migratoria, que dominó en las legis- lativas de 2017, los Verdes registraron un ascenso fulgurante tras haber salido del Parlamento hace dos años.
Según los sondeos, Kurz tendría la posibilidad de formar coalición con los socialdemócratas, con la ultraderecha o con los Verdes.