Tegucigalpa.— El Congreso hondureño tiene dos presidentes que fueron votados en ceremonias separadas, profundizando una crisis política a cuatro días de la asunción de la presidenta electa de izquierda, Xiomara Castro, lo que tiñe de incertidumbre la toma de posesión.
Diecinueve diputados disidentes del partido de Castro, Libertad y Refundación (Libre), con apoyo de formaciones de derecha, eligieron a Jorge Cálix como presidente del Congreso en un centro social, de acuerdo con una lista proporcionada por el propio legislador.
En paralelo, parlamentarios de Libre leales a Castro y el Partido Salvador de Honduras (PSH) nombraron a Luis Redondo, de esta última formación y en el marco de un acuerdo entre ambos partidos, en el edificio del Congreso.
Castro había llegado a un acuerdo con el PSH para votar a Redondo, de esa formación, como titular del Congreso.
Cálix, acusado de “traidor” por Castro, prometió sin embargo trabajar por el programa de la presidenta electa, que debe asumir el gobierno el próximo jueves. “Nuestra agenda legislativa tiene como prioridad hacer realidad el plan de gobierno de Xiomara Castro”, aseguró el parlamentario.
Cálix argumentó que su juramentación tuvo lugar en un centro social porque el edificio legislativo estaba rodeado los simpatizantes de Castro y temía por su seguridad.
Cálix dijo que logró el apoyo de 80 legisladores para presidir el parlamento. Habría recibido 44 votos del Partido Nacional (PN, derecha, del gobierno saliente), 15 del Partido Liberal (PL) y 19 de Libre, según listas proporcionadas por el diputado, lo que da un total de 78. El sector de Castro dijo que Redondo recibió el voto de 96 legisladores, incluyendo suplentes. No obstante, es difícil corroborar los apoyos recibidos por el legislador del PSH, pues la votación fue a mano alzada en una caótica sesión desbordada por la presencia de simpatizantes.
Frente a la situación, el analista y profesor de Sociología de la Universidad Nacional, Eugenio Sosa, consideró ante la AFP que “se viene una crisis de altas dimensiones, peligra que ni tome posesión Xiomara Castro. También hay peligro de un nuevo golpe de Estado”, alertó.