Legisladores del estado de Florida
aprobaron este jueves una ley que prohíbe las llamadas "ciudades santuario" que no cooperan con la oficina de migración y pide a la policía que colabore con los agentes migratorios en la detención de personas indocumentadas.
La ley fue aprobada 68-45 en la Cámara baja y fue al escritorio del gobernador republicano Ron DeSantis , quien hizo campaña prometiendo mano dura contra la migración ilegal.
"Somos un estado más fuerte cuando protegemos a nuestros residentes, fomentamos comunidades más seguras y respetamos el trabajo de los agentes de la ley", dijo DeSantis en un comunicado.
"La policía local puede y debería trabajar con el gobierno federal para garantizar que la responsabilidad y la justicia sean una en nuestro estado", añadió.
Principalmente, requiere que las policías locales y otras agencias acaten y respondan ante las "órdenes de detención migratorias" del gobierno federal, algo que no existía porque la policía no cumple funciones migratorias.
La mayor organización de defensa de los derechos humanos de Estados Unidos, ACLU, emitió un "alerta de viajes" a Florida, un punto neurálgico de la migración latinoamericana y epicentro de las diásporas de Cuba, Venezuela y Haití.
"Tanto los residentes de la Florida , tanto los ciudadanos como los no-ciudadanos, así como los viajeros, podrían correr el riesgo de ser perfilados racialmente y ser detenidos sin una causa probable", escribió la organización.
Cerca del 20% de la población de Florida es inmigrante, aunque en grandes ciudades como Miami y Orlando su proporción es de cerca de la mitad.
Jorge Colina, jefe de la policía de Miami
, dijo en marzo a radio Actualidad Radio 1040 AM: "Prefiero no tener este trabajo si le tengo que exigir a los oficiales que controlen cuál es el origen de una persona antes de ayudarla".
lsm