Washington. El Congreso de Estados Unidos tendrá una instancia de votación este martes en busca de prolongar la ejecución del presupuesto federal y evitar así una parálisis de los servicios públicos.
Dos meses después de evitar un corte abrupto de fondos federales para las diferentes reparticiones del Estado federal, Estados Unidos vuelve a estar nuevamente al borde de un impasse presupuestario por falta de acuerdo entre demócratas y republicanos.
La actual ley de presupuesto tiene validez hasta la noche del viernes al sábado.
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Si no es prolongada, 1.5 millones de funcionarios públicos no cobrarán su salario y pasarán a desempleo técnico hasta que la situación se normalice, el tráfico aéreo se verá perturbado y los parques nacionales cerrarán sus puertas.
Los legisladores tienen el desafío de evitar este cierre de servicios o "shutdown", como se conoce en inglés, muy impopular, antes del día de Acción de Gracias la semana próxima.
La Cámara de Representantes votará al final de la tarde una prolongación del presupuesto. Si se aprueba, el proyecto pasará al Senado.
El Congreso está tan dividido a un año de las presidenciales en Estados Unidos, que los legisladores son incapaces de votar presupuestos anuales como ocurre en la mayoría de los países del mundo, y avanzan por períodos de uno o dos meses.
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En general, el Legislativo alcanza acuerdos de último minuto y la parálisis es evitada. La última vez que existió un riesgo de "shutdown" fue a fines de setiembre.
Legisladores afiliados al exmandatario Donald Trump, furiosos de que el presidente de la Cámara de Representantes -que controlan- alcanzara un acuerdo con el oficialismo demócrata, lo destituyeron. Fue una decisión sin precedentes en la historia de Estados Unidos.
Luego les tomó tres semanas a los republicanos definir un nuevo "speaker", como se conoce al mandamás de la cámara. Durante ese tiempo el Congreso no pudo adoptar ley alguna, y entonces se produjo otra parálisis, esta vez legislativa.
El nuevo presidente de la cámara, Mike Johnson, un desconocido para el público, tiene poca experiencia en las altas esferas republicanas y trata de amoldarse al puesto.
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