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Tuxtla Gutiérrez.— El Congreso de Chiapas aprobó la Ley Vicaria mediante reformas a los códigos Civil y Penal para tipificar, prevenir y sancionar a quien pretenda ocasionar daño a las mujeres utilizando a sus hijos.
Con reformas que limitan la patria potestad en casos de maltrato, Chiapas se convirtió en el estado número 25 que sanciona este tipo de violencia de género, esto luego de que fue reconocida a nivel federal al incorporarse a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, al Código Civil Federal y al Código Penal Federal.
La Ley Vicaria establece una pena de cinco a ocho años de prisión para quienes participen en la manipulación de menores con el propósito de dañar a las mujeres.
Floralma Gómez Santiz, diputada y presidenta de la Comisión de Atención a la Mujer y a la Niñez, destacó que la aprobación de las reformas se realizó cuando se han documentado 64 casos de violencia vicaria en Chiapas.
Éstos, expuso la diputada, se encuentran en procesos legales, y las medidas aprobadas para sancionar a los agresores serán para proteger a los infantes y garantizar la integridad de las mujeres, ya que hay madres que llevan más de cuatro y hasta ocho años sin ver a sus hijos.
Mayté López, madre de tres hijos, quienes hace ocho años le fueron arrebatados por el senador del partido Movimiento Ciudadano Noé Castañón, destacó la aprobación de las reformas porque es “una muestra de lo que el amor de una madre puede lograr por sus hijos”.
López, quien también es una de las fundadoras del Frente Nacional contra la Violencia Vicaria, mencionó que su caso no se resuelve porque el padre de sus hijos trafica con influencias en los juzgados aprovechándose de que es hijo del ministro en retiro Noé Castañón León.
Y aunque estos años de no ver a sus tres hijos han sido dolorosos, confía en que podrá reunirse un día con ellos; actualmente tienen 15, 13 y 10 años de edad.
“Los amo, nunca los he abandonado, y prueba de eso es el gran logro que tenemos hoy: una ley para que ningún niño de México viva lo que ustedes vivieron, haber sido separados de su mamá por venganza de su papá”, expresó la mujer.
La aprobación de la Ley Vicaria en Chiapas fue resultado de la lucha de colectivos, activistas y madres agraviadas que en los últimos tres años arreciaron sus marchas y protestas para que el Congreso del estado sacara la iniciativa legal de la congeladora y la aprobara.
En foros y encuentros, abogadas y feministas denunciaron que han sido despojadas de sus hijos por sus cónyuges, y de manera reiterada pidieron a las fracciones parlamentarias que se legislara en contra de la violencia vicaria.
En sus reclamos, las mujeres víctimas de esa violencia consideraron que esta expresión es una especie de antesala de los feminicidios e infanticidios. Expertos señalan que la violencia vicaria se ejerce contra los hijos, los abuelos maternos, hermanos y seres queridos de una mujer para dañarla o causarle un trauma sicológico. Se establece que en la violencia vicaria se vinculan conductas de violencia familiar, física, sicológica, de género, económica, patrimonial, institucional y otras.
Estas conductas son realizadas no sólo por los agresores, sino directa e indirectamente por las autoridades de procuración de justicia, ya que omiten preservar los derechos de las víctimas, así como atender el interés superior de los niños y los adolescentes.