Ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas ( ONU ), el embajador de México, Juan Ramón de la Fuente, reiteró la importancia de resolver el conflicto y cese de hostilidades entre Rusia y Ucrania .
Asimismo, puntualizó la necesidad de restringir el uso del veto. Lee aquí su discurso íntegro:
"Acudimos a esta sesión extraordinaria de emergencia, convencidos del importante papel que le toca desempeñar ahora a la Asamblea General, confiados en empezar a construir en empezar a construir entre todos los estados miembro los baluartes de la paz en Ucrania y con el ánimo de detener el sufrimiento de su población.
El Consejo de Seguridad no pudo cumplir con su mandato y adoptar las medidas necesarias que permitieran poner fin a los actos de agresión en contra de Ucrania y restablecer la paz y la seguridad internacionales.
Por eso, México reitera hoy su rechazo al llamado derecho de veto.
En la Conferencia de San Francisco, los estados que se convertirían en miembros permanentes del Consejo de Seguridad, hicieron una declaración conjunta, por la que manifestaron que su estatus no implicaba privilegios, que tenían la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales y que no debía asumirse que usarían el veto con la intención de obstaculizar la operación del Consejo de Seguridad; la realidad ha sido otra.
México
demanda una vez más que los miembros permanentes del Consejo de Seguridad se abstengan de hacer uso del veto ante situaciones en las que estén directamente involucrados o frente a situaciones de atrocidades masivas. Es necesario restringir el recurso al veto en tales circunstancias.
Creemos también, en aras de la rendición de cuentas, que la Asamblea General debe disponer de un mecanismo que permita que sea convocada en forma automática, sin mediar voto alguno, cuando se produzca un veto en el Consejo de Seguridad. El objetivo sería que el o los miembros permanentes responsables del veto, acudan a exponer las razones de su actuación ante este foro y den la oportunidad a la Asamblea de examinar oportunamente las opciones a partir de tal situación.
México reitera su respeto a la soberanía, la unidad y la integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente y condena los actos de agresión de los que ha sido objetivo en flagrante violación al Derecho Internacional, a la Carta de las Naciones Unidas y a las resoluciones 26-25 y 33-14 de la Asamblea General.
Los acuerdos celebrados entre las partes, como el Memorando de Budapest en 1994 y los acuerdos de Minsk en 2014, deben ser cumplidos de buena fe, toda vez que se trata de instrumentos que vinculan a las partes.
A la luz de las consideranciones anteriores, México plantea lo siguiente: primero, que cesen de inmediato las hostilidades, y que se canalice con la urgencia debida, la ayuda humanitaria que está siendo cada día más necesaria a favor de la población civil afectada, sin discriminación alguna. México y Francia, presentarán un proyecto de resolución al respecto ante el Consejo de Seguridad.
Segundo, que se respalde a los organismos regionales, que puedan contribuir a la distensión, como la Organización Para la Seguridad y la Cooperación en Europa, así como aquellos espacios de negociación, que propician el diálogo entre las partes, tales como el Grupo Trilateral de Contacto y el formato de Normandía.
Tercero, que la diplomacia recobre sus derechos. Las Naciones Unidas cuentan con un amplio andamiaje de mecanismos de solución pacífica, incluídos desde luego los buenos oficios que ha ofrecido el secretario general, a quien expresamos nuestro pleno respaldo. Pero al respecto, también recordamos la declaración de Manila sobre el arreglo pacífico de controversias internacionales, adoptada mediante la resolución 37/10 por parte de todos los estados miembros de las Naciones Unidas, que fue promovida por México y que refrendamos en diciembre del año pasado en esta Asamblea General.
Toca a la Asamblea General hacer las recomendaciones pertinentes para que se tomen las medidas colectivas necesarias, que permitan restablecer la paz y la seguridad internacionales como lo establece la resolución 377-PROPAS.
Cientos de miles de personas afectadas por el conflicto, desplazadas internas, y aproximadamente medio millón más, que han tenido que buscar refugio en otros países, necesitan que actuemos con el único propósito de aliviar su sufrimiento".
agv