Decenas de soldados han muerto en los enfrentamientos más recientes en la frontera entre los países vecinos Armenia y Azerbaiyán.
El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, dijo que 49 de sus soldados murieron en combates ocurridos durante la noche del lunes.
El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán, por su parte, contabilizó 50 bajas entre sus tropas.
Ambos países han disputado dos guerras y se han involucrado en frecuentes enfrentamientos durante las últimas tres décadas.
Rusia afirma haber negociado un alto el fuego en este último episodio, pero Armenia argumenta que la lucha simplemente se calmó en lugar de terminar por completo.
En el corazón de la disputa se encuentra la región de Nagorno-Karabaj. De acuerdo a las fronteras internacionales reconocidas, esta región es parte de Azerbaiyán, aunque se encuentra habitada por armenios.
Esta división cultural es también política y religiosa. Armenia es un país de mayoría cristiana, mientras que Azerbaiyán tiene mayoría musulmana.
La disputa por Nagorno-Karabaj ha desembocado en dos guerras a gran escala en las década de 1980 y 1990 y una guerra más breve, de seis semanas, entre septiembre y noviembre de 2020.
Los dos países se responsabilizan el uno al otro en este último brote de violencia.
Armenia afirma que varias localidades fronterizas han sido bombardeadas por su vecino y que ha respondido a la provocación. Azerbaiyán, por su parte, dice que sus posiciones militares fueron atacadas primero.
La violencia continuó durante la noche del lunes, antes de que Moscú asegurara haber negociado un rápido alto al fuego que entró en vigor este martes por la mañana.
Sin embargo, Pashinyan dice que la "intensidad de las hostilidades ha disminuido, pero que los ataques de Azerbaiyán continúan en uno o dos frentes".
Se entiende que Azerbaiyán también ha sufrido víctimas, pero todavía no ha publicado algún comunicado con el número de heridos y muertos.
Los enfrentamientos han sido condenados internacionalmente. El secretario de Estado de EU, Antony Blinken, expresando que "no puede haber una solución militar al conflicto".
Rusia, aliado de Armenia, dice que la actual disputa "debe resolverse exclusivamente a través de medios diplomáticos y políticos".
Turquía tiene vínculos con Azerbaiyán y aparentemente respaldó su versión de los hechos.
"Armenia debería cesar sus provocaciones y centrarse en las negociaciones de paz", expresó Mevlut Cavusoglu, ministro de Exteriores de Turquía.
Se cree que los combates del lunes por la noche son los peores desde el conflicto de 2020, en el que miles de personas murieron.
Esa guerra terminó con un acuerdo negociado por Rusia, en el que Armenia retiró sus tropas de las áreas ocupadas alrededor de Nagorno-Karabaj.
En la zona permanece una fuerza rusa de mantenimiento de la paz de casi 2 mil efectivos, desplegados en 2020 como parte de aquellas negociaciones.
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