Washington/Moscú.— Estados Unidos condenó ayer el uso de “duras tácticas” por parte de Moscú contra decenas de miles de personas que se manifestaron en Rusia, ante el llamado del opositor Alexéi Navalny para exigir su liberación.
“Estados Unidos condena enérgicamente el uso de duras tácticas contra manifestantes y periodistas este fin de semana en ciudades de toda Rusia”, escribió el vocero del Departamento de Estado, Ned Price, en un comunicado.
La detención de Navalny y de más de 2 mil 500 de sus partidarios son “indicios preocupantes de nuevas restricciones a la sociedad civil y las libertades fundamentales.
“Pedimos a las autoridades rusas que liberen a todos los detenidos por ejercer sus derechos universales y la liberación inmediata e incondicional” de Navalny, añadió Price.
El Departamento de Estado estadounidense también instó a Moscú a cooperar “plenamente” con “la investigación de la comunidad internacional sobre el envenenamiento” de Navalni y a “explicar de manera creíble el uso de un arma química” en su territorio.
En Rusia, decenas de miles de personas en todo el país respondieron al llamado de Navalny, de hace una semana, a manifestarse, que emitió después de que lo detuvieran en un aeropuerto de Moscú a su llegada de Alemania, donde se estaba recuperando de un envenenamiento casi fatal con un agente nervioso. Las protestas del sábado adquirieron una escala sin precedentes, abarcando decenas de ciudades en todo el país.
Las manifestaciones opositoras de ese tamaño anteriores, en 2012 y 2019, se centraron en gran medida en Moscú.
Estas protestas, las más importantes desde las organizadas por el opositor a mediados de 2019, se organizaron a pocos meses de las legislativas previstas en el otoño boreal, en un contexto de caída de la popularidad del partido en el poder Rusia Unida.
Leonid Volkov, un miembro del equipo de Navalny, afirmó que “entre 250 mil y 350 mil personas” salieron “a las calles” en toda Rusia. “Esto es algo sin precedentes”, declaró complacido en la cadena de YouTube Navalni LIVE, anunciando, además, nuevas manifestaciones para el “próximo fin de semana”.
En el centro de Moscú, los agentes antidisturbios detuvieron al menos a 952 personas, de acuerdo con la organización OVD Info, cuyo balance asciende a 2 mil 509 arrestos en Rusia.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, lamentó en Twitter “las detenciones masivas” y el “uso desproporcionado de la fuerza, y afirmó que el lunes hablaría “de las próximas etapas con los ministros de Relaciones Exteriores” de la Unión Europea (UE). En un comunicado, Amnistía Internacional (AI) acusó a la policía de haber “golpeado indiscriminadamente y detenido arbitrariamente” a los manifestantes en Rusia.
En Moscú, la marcha tuvo lugar en los alrededores de la plaza Pushkin y en las calles y avenidas aledañas. Las bolas de nieve arrojadas por algunos manifestantes contra la policía fueron respondidas con porrazos y con detenciones.
La policía, por su parte, estimó que en Moscú se manifestaron 4 mil personas y que unos 40 efectivos de las fuerzas de seguridad resultaron levemente heridos.
“Bandidos de uniforme protegen a los bandidos que están en el poder”, denunció Vera Spivakova, una jubilada moscovita de 71 años presente en la manifestación en Rusia.
En San Petersburgo, los participantes marcharon por la famosa Prospekt Nevski.
Antes, Yulia Navalnaya, la esposa del opositor, fue detenida brevemente durante la protesta moscovita, pero fue liberada horas después. También se organizaron importantes concentraciones en el Extremo Oriente, en Vladivostok y Jabarovsk, donde también se denunciaron arrestos violentos.
En Yakuts, al sur del Círculo Polar, un centenar de manifestantes se enfrentaron a una temperatura de menos 50 grados centígrados. La diplomacia rusa acusó a la embajada de Estados Unidos de haber publicado “mensajes en redes sociales para apoyar las manifestaciones” e “incentivar las acciones violentas”.
En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso indicó que la dirección de la embajada sería convocada para una “conversación seria”.
La legación diplomática había instado en su página en internet a que los estadounidenses no acudieran a las protestas, precisando en que lugares se habían organizado.
Por su parte, la embajada estadounidense denunció en Twitter “la represión de los derechos” de los rusos.
En detención hasta el 15 febrero al menos y con varios procesos judiciales abiertos en su contra, Navalniy, de 44 años, fue arrestado el 17 de enero a su regreso de Alemania, donde se recuperó durante meses de un envenenamiento, del que siempre ha acusado al Kremlin.
Su llamado a la manifestación estaba acompañada de un video, que fue visto más de 70 millones de veces en YouTube, en el que acusaba a Vladimir Putin de haberse construido una lujosa vivienda por mil millones de euros.
Las autoridades rechazan todas estas acusaciones de envenenamiento y corrupción, y tachan al opositor y su círculo de “estafadores”.