Washington.— La Organización de los Estados Americanos (OEA) condenó de forma unánime a Ecuador, que se quedó solo en su defensa del asalto a la embajada mexicana en Quito, el viernes pasado.
El gobierno del presidente ecuatoriano Daniel Noboa convocó a esta sesión para hablar sobre las normas de asilo, después de que México concediera esta figura al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, acusado de peculado y refugiado en la embajada mexicana en Quito. Fuerzas policiales irrumpieron en la legación la noche del 5 de abril y sacaron a Glas, a quien trasladaron a la prisión de La Roca. México reaccionó rompiendo relaciones con Ecuador.
La condena más dura vino del propio secretario general de la OEA, Luis Almagro.
“Los hechos ocurridos en Quito violan los derechos fundamentales del derecho internacional”, dijo. La inviolabilidad de las legaciones diplomáticas, aseveró, “no admite excepciones” y, en caso de abusos a la figura del asilo, estos “deben ser resueltos con las medidas previstas por el derecho diplomático”.
Recordó que el propio Ecuador solicitó y recibió el apoyo de la OEA ante la amenaza de que fuerzas británicas irrumpieran en 2012 en su embajada en Londres (donde estaba refugiado el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, requerido por la justicia estadounidense).
“Nada justifica la violación” cometida por Ecuador, dijo. “Aceptarlo es borrar de un plumazo las normas más elementales, sin las cuales no hay relaciones diplomáticas posibles entre países”.
También señaló que sobre aquellos países que han irrumpido en embajadas, violando las convenciones de Viena y otras aplicables, pesan “manchas imborrables”.
Insistió en que las convenciones sobre relaciones diplomáticas, asilo y la inviolabilidad de las legaciones de los Estados marcan que toda controversia debe resolverse “por la vía pacífica”.
“No podemos admitir que quede como precedente lo ocurrido en Quito este fin de semana. Debemos exigir que se retome la senda legal internacional”, concluyó Almagro.
Argentina señaló que “ninguna diferencia justifica la violación de la inviolabilidad de los locales diplomáticos”. Aseguró que las leyes al respecto son “taxativas y sin excepciones”, sin importar lo controvertido de las figuras a las que un país conceda asilo.
Brasil subrayó que “Quito cruzó la línea, por eso debemos condenarlo sin ambages de parte de la OEA y de la comunidad internacional”, a la vez que reiteró su “solidaridad con el gobierno de México y los funcionarios de la Embajada de México en Quito”.
El viceministro de Movilidad Humana de Ecuador, Alejandro Dávalos, argumentó ante el Consejo Permanente de la OEA, con sede en Washington, que México obstaculizó el “funcionamiento del sistema judicial ecuatoriano” al conceder asilo político a Glas, aliado del expresidente Rafael Correa.
Dávalos expuso que el gobierno de Quito intentó en múltiples ocasiones comunicarle a México que Glas era requerido por la Justicia ecuatoriana. “Esperábamos que México dispusiera la salida de Glas, quien no reunía los requisitos para el asilo y quien de ninguna manera se puede considerar un perseguido político”, enfatizó el funcionario ecuatoriano. La decisión del gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador de ofrecer protección a Glas, agregó el viceministro, fue una acción “política”.
El representante de Ecuador llamó a “la comunidad internacional a revisar y actualizar las normas sobre el asilo diplomático” para erradicar los nuevos fenómenos delictivos del crimen organizado transnacional, que causa estragos en su país.
La representante de México ante el organismo, Luz Elena Baños, no participó en la reunión de emergencia de este martes, dado que fue convocada por Ecuador.
El miércoles está prevista otra sesión, esta vez a petición de Colombia y Bolivia, gobiernos cercanos al de López Obrador, para abordar el asalto a la embajada mexicana.
La canciller mexicana, Alicia Bárcena, declaró en una reunión virtual de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que “México exhorta a los Estados miembros de la Celac a endosar la demanda que presentaremos ante la Corte Internacional de Justicia así como la carta que enviaremos al secretario general de las Naciones Unidas para condenar los lamentables hechos”.
Aseguró que, tras revisar a “profundidad” el caso del exvicepresidente ecuatoriano, el gobierno de México encontró indicios de que es “o podría ser” perseguido político por Ecuador. Negó que estuvieran programando una “inminente fuga” de Glas, como lo sostuvo el gobierno ecuatoriano para irrumpir en la sede diplomática. “Nosotros no íbamos a proceder de ninguna manera de esa forma, por ello, México se ha apegado y se seguirá apegando al derecho internacional”, dijo.
Mientras, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, telefoneó al mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para reiterarle su apoyo en medio del conflicto diplomático con Ecuador.