*Este artículo fue publicado originalmente en julio de 2019, pero fue modificado para incluir la sentencia emitida el 7 de noviembre de 2019 por la CPI.
Bosco Ntaganda, un exlíder rebelde congoleño, fue sentenciado este jueves a 30 años de prisión después de ser hallado culpable el pasado mes de julio de crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Los combatientes leales a Ntaganda llevaron a cabo masacres espantosas de civiles, de acuerdo a lo que se conoció a través de los jueces de la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya.
Ntaganda, apodado "Terminator", fue declarado culpable de 18 delitos que incluyen asesinatos, violaciones, esclavitud sexual y el uso de niños soldados.
Con la decisión tomada en julio, Ntaganda se había convertido en la primera persona a quien la CPI condenaba por esclavitud sexual.
Advertencia: este artículo contiene detalles que a algunos lectores les pueden resultar perturbadores.
Ntaganda, se convirtió en la cuarta persona condenada por la CPI desde que esta institución fuera creada en 2002.
El exrebelde de 46 años estuvo involucrado en varios conflictos armados tanto en Ruanda como en la República Democrática del Congo.
Ntaganda se rindió en la embajada de Estados Unidos en Ruanda en 2013.
Los analistas dijeron entonces que fue un acto de autoconservación, motivado por el peligro que corría después de perder una lucha de poder dentro de su grupo rebelde M23.
¿Quién es Bosco Ntaganda?
¿Qué hizo?
Una corte formada por tres jueces declaró a Ntaganda culpable de los 18 delitos de crímenes de guerra y de lesa humanidad que estaba acusado de haber cometido en la región noreste de Ituri, rica en minerales, entre 2002 y 2003.
Ntaganda fue un "líder clave" que dio órdenes de "atacar y matar a civiles", dijo el juez Robert Fremr en el fallo.
Los fiscales habían dicho que Ntaganda había sido clave en la planificación y ejecución de las operaciones de los rebeldes de la Unión de Patriotas Congoleños (UPC) y de su ala militar, las Fuerzas Patrióticas para la Liberación del Congo (FPLC).
La CPI falló que este grupo armado realizó ataques contra aquellos a quienes consideraba no miembros del grupo étnico Hema.
En un ataque, los combatientes mataron a 49 personas capturadas en una plantación de plátanos ubicada detrás de una aldea usando "palos y bastones, así como cuchillos y machetes".
"Se encontraron hombres, mujeres, niños y bebés en el campo. Algunos cuerpos fueron hallados desnudos, algunos tenían las manos atadas, algunos tenían la cabeza aplastada. Varios cuerpos fueron destripados o mutilados", dijo el juez Fremr.
La violencia en la región ha acabado con la vida de más de 60.000 personas desde 1999, mientras las milicias luchan entre sí por el control de los escasos recursos minerales, según grupos de defensa de los derechos humanos.
Los jueces dictaminaron que Ntaganda había matado personalmente a un sacerdote católico mientras que los combatientes que estaban bajo sus órdenes arrasaban la región.
Los crímenes tuvieron lugar cuando Ntaganda se desempeñaba como jefe adjunto del personal general de Thomas Lubanga, quien era el líder de la UPC. Este último fue la primera persona condenada por la CPI en 2012 y sentenciado a 14 años.
Por Anna Holligan, de BBC News, en La Haya
49 cuerpos mutilados esparcidos en una plantación de plátanos. Una mujer embarazada asesinada mientras trataba de protegerse de una violación. Niños menores de 15 años reclutados para luchar; mujeres y niñas mantenidas como esclavas sexuales.
En la corte, los jueces destacaron el horror que trajeron las fuerzas rebeldes de Bosco Ntaganda antes de declarar a este hombre de 46 años culpable de los 18 cargos de los que se le acusaba.
Más de 2 mil sobrevivientes fueron admitidos para participar en este juicio. Grupos de derechos humanos dijeron que esta sentencia constituía una medida de justicia importante.
La siguiente pregunta que los jueces deberán contestar será qué compensación, si corresponde, se otorgará a los sobrevivientes, muchos de los cuales arriesgaron sus vidas para proporcionar pruebas en este juicio. Ahora esperan que la corte ofrezca reparaciones tangibles para ayudarlos a reconstruir sus vidas.
Ntaganda luchó bajo el mando del líder del Frente Patriótico Ruandés (FPR) y ahora presidente de Ruanda, Paul Kagame, para poner fin al genocidio de 1994 contra su grupo étnico, los tutsi.
Después de que los disturbios de Ruanda se extendieran a la vecina República Democrática del Congo, comenzó a cambiar de bandos, luchando a vecesa favor de las rebeliones y otras, sirviendo en ejércitos nacionales, tanto en Ruanda como en la República Democrática del Congo.
En 2012, se convirtió en el miembro fundador del grupo rebelde M23, después de que desertara junto a cientos de soldados del ejército nacional congoleño.
Más tarde, sus combatientes tomaron la ciudad de Goma, en el este de la República Democrática del Congo, antes de acordar su retirada. Se reportó que al menos 800 mil personas huyeron de sus hogares.
El grupo rebelde M23 fue finalmente derrotado por las fuerzas del gobierno congoleño en 2013.
*Este artículo fue publicado originalmente en julio de 2019, pero fue modificado para incluir la sentencia emitida el 7 de noviembrede 2019 por la CPI.
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