Bruselas.— La presión política sobre la premier Theresa May para que no saque a Reino Unido del mercado único europeo aumenta.

El último recurso al que están recurriendo las fuerzas opositoras al “Brexit duro” es el acuerdo de principio adoptado por el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, y la Comisión Europea sobre la modernización del Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea (TLCUEM).

“El acuerdo es una continuidad de los acuerdos de libre comercio con Japón y Singapur, y muestra que mientras los ministros de Reino Unido sólo hablan y hablan sobre comercio, la UE se abre camino firmando nuevas asociaciones comerciales que beneficiarán a los consumidores y empresas, destacando una vez más lo vital que es permanecer en la unión aduanera”, dice Jude Kirton-Darling, miembro del Parlamento Europeo.

La legisladora laborista por la región nordeste de Inglaterra afirma que la permanencia en el mercado único no sólo permitirá a Gran Bretaña conservar el acceso privilegiado a los mercados de la Unión, dará acceso libre de aranceles a nuevos socios (Japón, Singapur y Canadá), y sectores, en el caso de México.

“Otro elemento importante del acuerdo comercial entre la UE y México es el continuo reconocimiento por parte de la UE de los derechos de los trabajadores y las normas ambientales en los acuerdos comerciales, algo que los conservadores tendrán pocas probabilidades de conservar si negocian por su cuenta”.

Señala que el sector británico de los alimentos procesados será uno de los que más sufrirán por salir del mercado europeo sin fronteras, particularmente los chocolates, quesos, la carne de vacuno y el cerdo, al tiempo que los consumidores sufrirán del aumento de los precios.

Como parte de la modernización del acuerdo en vigor desde 2000, México ofrecerá oportunidades de negocios en sectores antes restringidos, como el energético, servicios marítimos y transporte aéreo.

También el sector agroalimentario se abre considerablemente, eliminando tarifas a las pastas, los chocolates, los quesos azules, las manzanas y los duraznos enlatados.

Irlanda, el socio comunitario que más sufrirá del divorcio británico, también está usando el TLCUEM para alimentar la tesis del aislamiento de Londres como resultado del Brexit.

El senador del partido conservador Fine Gael, Neale Richmond, asegura que el TLCUEM contribuirá a los esfuerzos de Dublín por diversificar sus exportaciones.

“Con la decisión de Reino Unido de abandonar la UE, Irlanda debe continuar ampliando sus horizontes comerciales”, dijo Richmond ante el Senado. Consideró que el acuerdo, con la eliminación de los aranceles en 99% de los productos, impulsará a los exportadores irlandeses.

Mientras Gran Bretaña y Estados Unidos apuestan al proteccionismo, Bruselas acelera su expansión a nuevos mercados; tras cerrar pláticas con México, tiene la mira en Malasia, Australia, Vietnam, Nueva Zelanda y Mercosur.

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