Los Ángeles

.- La principal compañía de electricidad de California reconoció que sus equipos pudieron haber sido los causantes de un incendio desastroso que se extendió en la zona vinícola del estado, a pesar de los apagones preventivos realizados en la región.

La revelación se hizo mientras bomberos atacaban simultáneamente los incendios tanto en el sur como en el norte de California : el fuego en medio de los viñedos del condado de Sonoma y otro incendio avivado por el viento que destruyó casas cerca de Los Ángeles.

En el norte de Capalifornia , un incendio cerca del poblado de Geyserville , arrasó con 49 inmuebles y vegetación en 65 kilómetros cuadrados. Las autoridades emitieron órdenes de desalojo para unas 2 mil personas.

El fuego fue alimentado por los fuertes vientos que provocaron que Pacific Gas & Electric suspendiera el servicio de energía eléctrica que afectó a medio millón de personas en el norte y centro de California . Para la tarde del jueves, la mayoría de las personas ya contaban con el servicio, informó PG&E.

PG&E

reportó los cortes luego de que, en años recientes, se culpara al cableado eléctrico caído y otro equipo eléctrico de haber sido la causa de varios incendios que mataron a decenas de personas, calcinaron miles de casas y acumularon denuncias por miles de millones de dólares que llevaron a la empresa a la bancarrota.

Sin embargo, PG&E dijo el jueves que no cortó la energía de una línea de transmisión de 230 mil voltios cerca de Greysville que falló minutos antes de iniciar el incendio. La compañía reportó un cable "puente descompuesto" en una torre de transmisión la noche del miércoles.

El director general de PG&E , Bill Johnson , dijo que era demasiado pronto para saber si el equipo defectuoso provocó el incendio. Sin embargo, la torre había sido inspeccionada cuatro veces en los últimos dos años y parecía estar en perfectas condiciones.

Mientras tanto, unas 50 mil personas se hallaban bajo órdenes de evacuación en el área de Santa Clarita , al norte de Los Ángeles , donde los llamados vientos de Santa Ana , cálidos y secos, alcanzaron los 80 km/h y llevaron las llamas a los vecindarios. Al menos seis casas se incendiaron. De momento no había reportes de lesiones.

Sean Malin

, de 27 años, fue desalojado de Santa Clarita junto con su madre y sus dos perros luego de que policías pasaran por su calle para pedirles que se fueran.

"Es un gran inconveniente", dijo. "Por otro lado, sé que lo peor que podríamos hacer es meternos en medio de un combate al incendio que necesita suceder".

agv

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