En unas semanas, México celebrará una de las tradiciones más importantes en todo el país y que más nos representan en el resto del mundo: Día de Muertos .
Cada año, los mexicanos se preparan para recibir a sus fieles difuntos el 1 y 2 de noviembre en una celebración de vida y muerte llena de simbolismos y tradiciones que forman parte de nuestra identidad.
Las festividades del Día de Muertos son tan importantes culturalmente que el 7 de noviembre de 2003, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) las incluyó en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial para enfatizar “la importancia de su significado en tanto se trata de una expresión tradicional—contemporánea y viviente a un mismo tiempo—, integradora, representativa y comunitaria”.
Como bien menciona la UNESCO , en México se cree que las almas de los difuntos regresan al mundo de los vivos durante el Día de Muertos para convivir con sus familiares y gozar de los altares puestos en su honor con una deliciosa variedad de bebidas y alimentos que solían disfrutar en vida.
Sin embargo, México no es el único lugar en el mundo donde se conmemora a los muertos con festivales en su honor.
Existen varios lugares donde también se festeja la visita de los espíritus con ofrendas y al igual que en nuestro país se incluyen ritos y actividades como la limpieza de tumbas .
En Japón se realiza un festival llamado Obon , dura alrededor de 3 días y normalmente se lleva a cabo el 15 de agosto.
A pesar de ser una costumbre de origen budista, forma parte de la cultura japonesa , ya que se celebra desde hace 500 años con danzas y bailes.
Durante El Día de todas las Almas , las calles de Puerto Príncipe se llenan de gente vestida de rojo y negro, los colores de los espíritus antepasados, con dirección al cementerio .
Una vez congregados ahí, debajo de la altísima cruz del Barón y de Maman Brigitte (en vudú , ciclo de la vida y muerte ), algunas personas vierten café y ron al pie de las cruces o dejan cacahuates y maíz como ofrenda .
El 5 de abril se celebra Ching Ming o Festival de los Fantasmas Hambrientos . Durante esta festividad, las familias tradicionalmente arreglan y limpian las tumbas de sus antepasados, se quema dinero como símbolo de prosperidad y en las puertas se cuelgan ramitas de sauce como símbolo de luz y enemigo de la oscuridad.
El Ching Ming también se conoce como la Fiesta de la Comida Fría , ya que la tradición dicta que durante la festividad no se debe encender fuego alguno, así que sólo se preparan platillos fríos y secos para comer después de la ofrenda.
Entre los meses de mayo, junio, e incluso julio, se festeja el primer día de las fiestas budistas mejor conocido como Boon Para Wate .
Durante ese día hay una procesión con música y desfiles de máscaras en la que los jóvenes salen disfrazados para hacer bromas a las demás personas, mientras los monjes recitan la historia de la última reencarnación de Buda .
El día de Mahalaya Amavasya es de suma importancia para la comunidad hindú , en este día se realizan ritos religiosos para invocar a los espíritus pasados; en una ceremonia donde se adoran a las almas y se pide por la paz el resto del año.
La fecha en que se elogia el Mahalaya depende de los ciclos y la posición de la luna ; por lo que puede ser el último día de la primera quincena de septiembre, exactamente el día de luna nueva .
Este día en todo el país son transmitidos, por la radio himnos sagrados y mantras . Además en los hogares se recitan versos de “ Chandi Path ” sobre la reencarnación de la Diosa Durga y al oscurecerse, la gente le reza a esta diosa para que ahuyente a los demonios.
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