La crisis migratoria en la frontera entre Bielorrusia y Polonia se ha agravado en los últimos días, a medida que miles de personas provenientes de Medio Oriente y África están tratando de ingresar a territorio polaco.
Muchas de ellas llegan en vuelos desde estos países hacia Bielorrusia. Por ejemplo, de acuerdo con el portal Flightradar24, en los próximos siete días hay 21 vuelos desde Estambul hacia Minsk, 12 desde Dubai y uno desde Bagdad.
Pero el portal no cuenta todos los vuelos chárter que hay programados.
Una gran parte de los pasajeros de esos vuelos son posiblemente migrantes que, con el apoyo tácito de las autoridades bielorrusas, utilizan este país como punto de tránsito para llegar a Europa.
Desde 2020, las autoridades de Bielorrusia han cancelado o simplificado los requisitos de visa para 76 países. Entre estos hay varios afectados por serios conflictos, como Siria, Libia, Irak y Afganistán, por lo que muchas personas están tratando de salir de allí.
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Agencias de viaje de Siria, Irak y Turquía han comenzado a vender viajes a Bielorrusia en los que ofrecen vivienda y empleo en un país de la Unión Europea.
Decenas de mensajes de este tipo también llegan por WhatsApp, que es el servicio de mensajería más utilizado en la región.
Un viaje de este tipo cuesta entre US$10.000 y US$20.000, dependiendo de las condiciones. El portal alemán Deutsche Welle señaló en una investigación que los consulados bielorrusos incluso delegaron el derecho a poner visas de su país en los pasaportes a estas agencias de viajes.
Junto a esto, Bielorrusia incrementó de manera significativa el número de vuelos desde países de Medio Oriente. Varios países de Europa denuncian que incluso las autoridades bielorrusas están detrás de esas ofertas que promocionan las agencias de viaje.
A mediados de 2021, Irak era el principal punto de partida. En septiembre, el alto representante de Naciones Unidas, Josep Borrell, logró negociar con las autoridades iraquíes la forma de reducir esos vuelos hacia Bielorrusia.
Actualmente son los kurdos que huyen desde Siria la mayoría de quienes están tratando de ingresar a la Unión Europea por esta vía. En Siria están no solo amenazados por el régimen sirio, sino también por los militantes de Estado Islámico.
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Pero también hay migrantes que provienen de Libia, Afganistán, Yemen y de varios países africanos donde existen conflictos religiosos y políticos, como por ejemplo Congo y Etiopía.
Muchos de los vuelos son operados por las aerolíneas Belavia, Turkish Airlines y Qatar Airlines, y otra de bajo costo conocida como Fly Dubai.
Hasta hace poco, la visa de refugiados, si el pasajero la llegaba a necesitar, se otorgaba en el propio aeropuerto a la hora de abordar.
En las puertas de salida de los vuelos es imposible identificar a los pasajeros como migrantes o refugiados. Tienen dinero, todos sus documentos están en orden, sus ropas son muy similares, por lo que mayormente no hay razones para impedir que alguien aborde el vuelo.
Lo que pasa después no es claro. Los videos que se conocen hasta ahora muestran que estos pasajeros son transportados, en forma muy organizada, desde el aeropuerto de Minsk hasta la frontera con Polonia y Lituania.
Pero hasta ahora ha sido imposible determinar quiénes organizan esta logística.
Al principio de la crisis migratoria, las guardias fronterizas polaca y lituana dejaban pasar a las personas y después las enviaba a unas instalaciones especiales.
Sin embargo, al mismo tiempo, los cancilleres de ambos países comenzaron a acusar a Bielorrusia de organizar este nuevo fenómeno migratorio.
Entonces, cuando cientos y después miles de personas intentaron cruzar la frontera todos los días, Polonia y Lituania cerraron el paso fronterizo y comenzaron a fortificar la frontera con vallas llenas de alambradas.
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Ahora la frontera solo puede cruzarse de forma ilegal, lo que igual no detiene a los migrantes de intentarlo.
Unos tratan de pasar por encima de las cercas puestas por los guardias fronterizos (hubo dos incidentes el pasado 9 de noviembre).
Otros buscan áreas que no estén custodiadas: por caso, la frontera entre Bielorrusia y Polonia se extiende por más de 400 kilómetros y gran parte está cubierta de bosques o pantanos.
A juzgar por docenas de declaraciones de los propios refugiados y migrantes y por los videos que las autoridades lituanas y polacas hicieron públicos durante las últimas semanas, el servicio de fronteras bielorruso les está indicando directamente a los refugiados para que crucen ilegalmente la frontera.
El sitio web del servicio de fronteras bielorruso publica información sobre la crisis migratoria, pero afirma que muchos refugiados ni siquiera saben que necesitan una visa para pasar la frontera.
"Bielorrusia está cumpliendo con su máximo deber de detener la migración ilegal. Las razones (de este nuevo flujo) se pueden encontrar en el apoyo de los países de la UE a las revoluciones de "color" (el término utilizado para describir los levantamientos populares contra ciertos gobiernos) en regiones donde las vidas han sido destruidas o hay guerras", dice el sitio web del ministerio.
En una entrevista con el periódico bielorruso Nasha Niva, un oficial fronterizo anónimo describió las actividades de su departamento como "una completa devaluación de las leyes y su juramento".
Tanto Polonia como Lituania son también países de tránsito de refugiados y migrantes. Muchos de ellos tienen la intención de ir a Alemania, Francia, Austria y los Países Bajos, donde pueden tener ya familiares o conocidos.
Según las autoridades alemanas, al menos 5.000 personas han llegado a Alemania a través de Bielorrusia.
Sí, pero las autoridades nunca han informado el número exacto. Según los residentes de Minsk, cientos de personas acampan en centros comerciales, pasajes subterráneos y entradas de edificios residenciales de toda la ciudad.
Quizás por eso, temiendo que la situación se salga de control, en los últimos días las autoridades bielorrusas han hecho más estrictas las condiciones para llegar al país.
La acción más concreta que se ha conocido es que dejaron de emitir visados en el aeropuerto para ciudadanos de los países considerados más problemáticos: Siria, Irán, Afganistán, Nigeria y Yemen.
Los funcionarios de muchos países de la UE creen que sí. Por ejemplo, el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki dijo: "Este ataque que está llevando a cabo (el presidente de Bielorrusia) Lukashenko tiene su cerebro en Moscú. El autor intelectual es el presidente Putin".
Las autoridades rusas rechazan categóricamente estas acusaciones. El secretario de prensa del presidente ruso, Dmitry Peskov, calificó las palabras de Morawiecki de irresponsables e inaceptables.
Sin embargo, la canciller alemana, Angela Merkel, ha hecho un llamamiento al presidente Putin para que intervenga en la crisis, que la Unión Europea considera "un ataque híbrido" destinado a desestabilizar el bloque.
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lsm