Los combatientes de la oposición llegaron a Damasco en una crisis que se desarrolla rápidamente y que ha tomado por sorpresa a gran parte del mundo. El ejército sirio abandonó ciudades clave sin apenas resistencia. Los nerviosos residentes de Damasco describen a las fuerzas de seguridad en las calles.

El director de un grupo de monitoreo opositor de la guerra en Siria asegura que el presidente sirio Bashar al-Assad ha salido del país hacia un lugar desconocido.

Rami Abdurrahman del Observatorio Sirio por los Derechos Humanos dijo a The Associated Press que Al-Assad salió vía aérea desde Damasco a primeras horas del domingo.

Un avión sirio Ilyushin-76 en el que se cree iba el presidente Al-Assad partió del aeropuerto de Damasco poco antes de que entraran los rebeldes, según FlightRadar. “El avión se dirigió hacia el noroeste y luego giró cerca de la ciudad de Homs y disminuyó rápidamente su altitud antes de desaparecer”, reportó Axios.

Los comentarios de Abdurrahman se producen después de que insurgentes sirios informaron que habían ingresado a la capital, coronando un sorpresivo avance a través del país, mientras que residentes de Damasco informaron haber escuchado disparos y explosiones. El gobierno sirio no se pronunció de inmediato.

El primer ministro de Siria, Mohamed al Jalali, declaró el domingo que está listo para “cooperar” con la dirigencia que elija el pueblo y con cualquier transferencia de mando, luego de que los rebeldes anunciaran la salida del país del presidente Al-Assad.

¿Quiénes son estos combatientes de la oposición ? ¿Qué ocurrirá si entran en Damasco después de haber tomado algunas de las ciudades más grandes de Siria ? Veamos el sorprendente cambio de suerte que ha sufrido Al-Assad y su gobierno en los últimos diez días y lo que podría suceder cuando se reavive la guerra civil siria, que dura ya 13 años .

¿El objetivo? Derrocar al gobierno

Esta es la primera vez que las fuerzas de la oposición llegan a las afueras de la capital siria desde 2018, cuando las tropas del país recuperaron la zona tras un asedio de un año.

Los combatientes que se acercan están liderados por el grupo insurgente más poderoso de Siria, Hayat Tahrir al-Sham , o HTS, junto con un grupo paraguas de milicias sirias respaldadas por Turquía llamado Ejército Nacional Sirio. Ambos están atrincherados en el noroeste. Lanzaron la ofensiva de choque el 27 de noviembre, con hombres armados capturando Aleppo, la ciudad más grande de Siria, y la ciudad central de Hama, la cuarta más grande.

El HTS tiene su origen en Al-Qaeda; Estados Unidos y las Naciones Unidas lo consideran una organización terrorista. Sin embargo, el grupo afirmó en los últimos años que había cortado vínculos con Al-Qaeda y los expertos afirman que el HTS ha tratado de rehacerse en los últimos años centrándose en promover un gobierno civil en su territorio, así como en la acción militar.

El líder del HTS, Abu Mohammed al-Golani, dijo a CNN en una entrevista exclusiva el jueves desde Siria que el objetivo de la ofensiva es derrocar al gobierno de Al-Assad.

Posibles rupturas por delante

El HTS y el Ejército Nacional Sirio han sido aliados en ocasiones y rivales en otras, y sus objetivos pueden divergir.

Las milicias apoyadas por Turquía también tienen interés en crear una zona de contención cerca de la frontera turca para mantener alejados a los militantes kurdos enfrentados con Ankara. Turquía ha sido uno de los principales patrocinadores de los combatientes que buscan derrocar a Al-Assad, pero más recientemente ha instado a la reconciliación, y los funcionarios turcos han rechazado enérgicamente las acusaciones de cualquier participación en la actual ofensiva.

La pregunta importante es si el HTS y el Ejército Nacional Sirio trabajarán juntos si logran derrocar a Al-Assad o si volverán a enfrentarse entre sí.

Otros se aprovechan

Aunque la ofensiva relámpago contra el gobierno de Siria comenzó en el norte, los grupos armados de oposición también se han movilizado en otros lugares.

Las zonas meridionales de Sweida y Daraa han sido ocupadas por los locales. Sweida es el corazón de la minoría religiosa drusa de Siria y había sido escenario de protestas antigubernamentales periódicas incluso después de que Al-Assad aparentemente consolidara su control sobre la zona.

Daraa es una zona musulmana sunita que fue considerada la cuna del levantamiento contra el régimen de Al-Assad que estalló en 2011. Las tropas del gobierno sirio recuperaron Daraa en 2018, pero los rebeldes permanecieron en algunas zonas. En los últimos años, Daraa se encontraba en un estado de incómoda calma en el marco de un acuerdo de alto el fuego mediado por Rusia.

Y gran parte del este de Siria está controlada por las Fuerzas Democráticas Sirias, un grupo liderado por los kurdos y respaldado por Estados Unidos que en el pasado se ha enfrentado con la mayoría de los demás grupos armados del país.

El gobierno de Siria ahora tiene el control de sólo tres de las 14 capitales provinciales: Damasco, Latakia y Tartus.

¿Qué sigue?

Un comandante de los insurgentes, Hassan Abdul-Ghani, publicó en la aplicación de mensajería Telegram que las fuerzas de la oposición han comenzado a llevar a cabo la “etapa final” de su ofensiva.

Las tropas sirias se retiraron el sábado de gran parte de la ciudad de Homs, la tercera más grande del país, según un medio oficialista y el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña.

“La línea que separa Homs de las ciudades costeras será una enorme línea roja política y socialmente. Políticamente, si se cruza esa línea, entonces estaremos hablando del fin de toda Siria, la que conocíamos en el pasado”, dijo Anas Joudeh, un residente de Damasco.

Al-Assad parecía estar en gran medida solo, ya que sus aliados Rusia e Irán están distraídos por otros conflictos y el Hezbolá con base en el Líbano se ha visto debilitado por su guerra con Israel, ahora bajo un frágil alto el fuego.

El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, pidió que se celebren conversaciones urgentes en Ginebra para garantizar una “transición política ordenada”, y afirmó que la situación está cambiando minuto a minuto. Se reunió con ministros de Asuntos Exteriores y diplomáticos de alto rango de ocho países clave, entre ellos Arabia Saudita, Rusia, Egipto, Turquía e Irán, en el marco de la Cumbre de Doha.

En sus primeros comentarios extensos sobre los acontecimientos en Siria, el próximo mandatario Donald Trump dijo que el asediado Al-Assad no merecía el apoyo de Estados Unidos para permanecer en el poder. “ESTA NO ES NUESTRA LUCHA”, publicó Trump en las redes sociales.

*Con información de AP

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