Trípoli/Bengasi.— Las fuerzas del este intentaron ingresar a Trípoli y desencadenaron una serie de desplazamientos y muertes, ignorando los llamados a una tregua, en la etapa más reciente del conflicto civil y militar que sufre el país desde la caída en 2011 del dictador libio Muamar Gaddafi.
Al menos 3 mil 400 personas se han convertido en desplazados internos por los choques, que obligaron a cerrar la pista aérea de la base militar de Maitaga, único aeropuerto operativo de la capital, por un bombardeo. Naciones Unidas (ONU) condenó el ataque y advirtió que la disputa puede derivar en una “guerra civil”.
“Este ataque constituye una grave violación del Derecho Internacional Humanitario, que prohíbe los ataques contra infraestructuras civiles”, subrayó la ONU en un comunicado.
Fuentes de Seguridad explicaron que la acción de los cazabombarderos, bajo el mando del mariscal, Jalifa Haftar, obligó a desviar todos los vuelos al aeródromo de la ciudad vecina de Misrata, que envió sus tropas en auxilio del gobierno impuesto por la ONU en Trípoli.
Las fuerzas orientales, que desde el jueves intentan avanzar hacia el centro de la capital, bombardearon asimismo decenas de posiciones en los alrededores del antiguo aeropuerto internacional de Trípoli, en desuso desde hace años, pero esencial enclave de estrategia militar.
Los enfrentamientos podrían desbaratar los planes de Naciones Unidas para una elección que ponga fin a las rivalidades entre administraciones paralelas en el este y el oeste del país.
La violencia estalló el jueves, cuando el Ejército Nacional Libio (LNA), encabezado por Haftar, exgeneral del fallecido Muamar Gaddafi y hoy líder de los rebeldes, avanzaron a Trípoli y se enfrentaron con milicias aliadas al gobierno respaldado por la ONU. Los choques amenazan con desatar una guerra civil como la de 2011, que desembocó en el derrocamiento y asesinato de Gaddafi. Desde entonces, la paz no ha vuelto al país.
El Ministerio de Salud del gobierno asentado en Trípoli dijo que por lo menos 27 personas, entre ellas civiles, murieron y que 27 resultaron heridas desde el jueves. El departamento de prensa de la milicia de Haftar informó que 22 de sus integrantes murieron desde que comenzó la ofensiva. Protegidas por los aviones, cedidos por Emiratos Árabes Unidos, las unidades terrestres rebeldes redoblaron su acción en Wadi Rabie y Kasr Ben Ghachir, dos de los barrios aledaños, escenario de duros combates.
El enviado especial de la ONU para Libia, Ghasán Salemé, alertó de la posibilidad de que el conflicto derive en “una verdadera guerra civil”. El secretario general de la ONU, António Guterres, volvió a pedir a las partes enfrentadas que declaren una “tregua humanitaria temporal” para prestar servicios de emergencia y permitir la salida de los civiles atrapados en las zonas de conflicto.