San José. Con un acuerdo que declaró el cese indefinido de las hostilidades bélicas entre la guerrilla comunista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia ( FARC ) y el gobierno colombiano , junio de 2016 aportó un momento histórico para la paz en la nación con una de las más prolongadas guerras civiles del mundo.
Pero cinco años después, junio de 2021 marcó un retroceso en la pacificación del país en el que las FARC se levantaron en armas el 27 de mayo de 1964 hasta el 24 de noviembre de 2016, con la firma de un pacto bilateral de paz que entró a regir el 1 de diciembre de ese año y se negoció desde 2012 en Cuba.
Con la pacificación incompleta, ya que el conflicto con la insurgencia comunista del Ejército de Liberación Nacional ( ELN ) está activo y se agrava sin expectativa de final, el sexto mes de 2021 registró dos sucesos cruciales que dañaron la lucha por silenciar las armas .
Por un lado, el presidente de Colombia, Iván Duque , sus ministros de Defensa, Diego Molano , e Interior, Daniel Palacios , y dos autoridades locales sobrevivieron el viernes anterior a un ataque armado contra el helicóptero en que viajaban sobre el nororiental departamento (estado) de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela .
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Molano sugirió el domingo que el hecho fue ejecutado por el ELN con disidentes de las FARC . El ELN, cuya cúpula está en Cuba , mantiene silencio sobre el incidente.
Por el otro, un atentado terrorista el 15 de este mes con un coche-bomba contra una base militar en Cúcuta, capital del Norte de Santander, dejó 36 heridos. El ELN negó la autoría, pero el método se asemejó al que esa guerrilla utilizó en incursiones sobre unidades castrenses .
Las FARC concluyeron su desarme en agosto de 2017 y pasaron a ser partido político legal, llamado Comunes, pero centenares de sus combatientes rechazaron la paz y optaron por la disidencia, mientras varios de sus jerarcas retornaron a la vía armada en 2019. Las FARC se involucraron en tráfico de estupefacientes al menos desde finales del siglo XX para financiar su guerra.
“Ya no podemos hablar de la amenaza que representan las guerrillas colombianas. Ha surgido una guerrilla binacional que amenaza la estabilidad de Colombia y hace rato perforó la integridad y soberanía territorial de Venezuela”, advirtió la abogada venezolana Rocío San Miguel , presidenta de Control Ciudadano, organización no estatal de Caracas sobre seguridad y defensa.
“Las disidencias de las FARC están cobrando un rol sin precedentes de actuación en Colombia y Venezuela que amenazan la seguridad regional. Los recientes ataques hablan de una capacidad operacional que ha puesto en jaque objetivos vitales de ambos Estados”, dijo San Miguel a EL UNIVERSAL.
Al aducir que “se cometió un error en mirar el proceso de paz como un problema exclusivo de Colombia ”, planteó que “el diseño debió comprender los países fronterizos, especialmente Venezuela, desde donde claramente se está brindando apoyo estratégico para la capacidad de combate de estas disidencias”.
Son fuerzas irregulares “que están alimentándose de las economías ilegales en auge en la región colombo-venezolana”, señaló.
Pugna. Norte de Santander alberga al Catatumbo , área en disputa de las mafias por ofrecer condiciones climáticas ideales para sembrar hoja de coca, materia prima de la cocaína, y ocultar en su densa selva los laboratorios clandestinos de alcaloides.
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El gobierno de Duque acusó que el ELN, las disidencias de las FARC, las bandas criminales y los clanes y grupos armados organizados residuales se pelean un multimillonario negocio en Colombia como mayor productor mundial de cocaína y principal proveedor de esa droga a los cárteles mexicanos del narcotráfico.
“El gran potenciador del retroceso [en la paz] es el narcotráfico. (…) La frontera con Venezuela es una olla de presión”, adujo el historiador, escritor y periodista colombiano Gilberto Castillo , fundador del (no estatal) Simposio Colombia , que reúne a generales en retiro, ex jerarcas militares y policiales y académicos.
“En Colombia ya no hay una guerrilla revolucionaria con ideología. Hay cárteles disfrazados de revolucionarios como lo fueron las FARC, que era el más grande de todos. El ELN trafica con drogas, las cultiva y cobra gramaje por sacarlas de las regiones donde domina”, narró Castillo a este periódico.
“Ese narcotráfico se ve alimentado porque los cárteles mexicanos han tomado los espacios que dejaron las FARC y otros grupos delincuenciales. (…) Si hay narcotráfico habrá violencia: es un fenómeno altamente corruptor con un poder que permite tener ejércitos privados ”, aseveró.
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Tormenta. El golpe a la paz coincidió con que ayer se cumplieron dos meses de un paro sin visos de arreglo y que ya dejó muertos, heridos, desaparecidos, presos y conmoción y con el preludio de la campaña por los comicios generales de mayo de 2022. Duque concluirá su cuatrienio en agosto de 2022.
Un estudio que la encuestadora colombiana Datexco compartió con este diario reveló que a la pregunta de si consideran que el acuerdo con las FARC llevó la paz a Colombia, el 68.81% de encuestados en marzo de 2020 respondió que sí y el 25.5% que no.
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Ante idéntico cuestionamiento en junio de 2021, el 21.19% contestó que sí y el 71.38%... que no.