San José.— Sometida a presiones de Washington por el aumento de la producción de cocaína para traficar a Estados Unidos, Colombia aprobó ayer desplegar, a partir de hoy, un plan de erradicación de los cultivos ilícitos de hoja de coca con drones cargados con el herbicida glifosato.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, explicó que aunque las labores se harán con drones que volarán a baja altura, es una operación terrestre que tampoco significará el regreso a la aspersión aérea, la cual había sido suspendida hace cuatro años.
El ministro colombiano de Defensa, Luis Carlos Villegas, afirmó que, por el incremento de cultivos ilícitos, la respuesta será usar drones con glifosato que “tienen la mitad de la concentración del veneno que tenían los aviones” militares que eran usados, por lo que “los riesgos para las personas y el medio ambiente” son moderados.
Por reclamos sobre daños a la salud humana y al ambiente, la fumigación aérea fue suspendida en 2014, durante la negociación en Cuba entre el gobierno colombiano y las FARC. Fuentes oficiales adujeron que la erradicación con drones es similar a la que fumigadores hacen con tanques al hombro.
El anuncio ocurrió luego de que el gobierno de EU advirtió el lunes que los cultivos de hoja de coca, materia prima de la cocaína, se expandieron en Colombia en 2017, que cerró con 209 mil hectáreas y un aumento del 11% sobre 2016, que reportó 188 mil.
Según el gobierno colombiano, la erradicación forzosa sumó 17 mil 642 hectáreas en 2016 y más de 53 mil en 2017. La meta de 2018, reiteró Santos, es eliminar 110 mil, con 40 mil por sustitución voluntaria de cultivos y 70 mil a la fuerza.