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San José.— El Cártel de Sinaloa se alió con el narcotraficante colombiano Carlos Alberto Salazar El Señor de la Bata y reclutó a estudiantes de química de universidades de Colombia para que viajaran a México a asesorar en laboratorios clandestinos de Hermosillo, Sonora, sobre cómo aumentar la pureza de la heroína producida en territorio mexicano para exportar a Estados Unidos, revelaron ayer fuentes policiales antidrogas en Bogotá.
El Señor de la Bata, de 53 años y detenido el pasado 17 de enero como el más poderoso contrabandista internacional de heroína “de los últimos tiempos”, creó una “alianza estratégica” con el Cártel de Sinaloa y forjó nexos criminales en México, Colombia y Centroamérica para introducir gran cantidad del alucinógeno a Estados Unidos, informaron las fuentes.
Salazar fue apresado en las afueras de un estadio de futbol en la ciudad de Pereira, en el centro-occidental departamento (estado) colombiano de Risaralda, y llevado en avión a Bogotá. “Se captura al principal cabecilla de los últimos tiempos dedicado al tráfico de heroína”, dijo el coronel Ángel Galvis, jefe de Investigación Criminal de la Dirección de Antinarcóticos de la Policía Nacional de Colombia.
El arresto de Salazar, apasionado del balompié y los lujos, quedó en secreto casi un mes por investigaciones en “otro país”, dijo ayer una fuente policial a EL UNIVERSAL. Trascendió que las indagatorias siguen con intensidad en México.
En conferencia, Galvis dijo que Salazar acordó con Sinaloa que unos tres o cuatro “estudiantes de las universidades que tenían muy buen rendimiento” con químicos fueran llevados a suelo mexicano “para que le colaboraran en la elaboración del perfeccionamiento de la heroína en México”.
La heroína de la estructura de Salazar en Colombia logró una pureza de 84% a 92%, por lo que el cártel buscó “subir el porcentaje de la heroína en México, que es de baja pureza, para lograr mejores rentabilidades criminales”, narró Galvis, al explicar que los estudiantes están libres en suelo mexicano y son investigados: “Esta asociación criminal” llevó a Salazar a reclutar personas en Colombia con especialidad en química para “expandir un conocimiento y desarrollar la modificación y [la] mejora de la heroína que se produce en México”.
Datos policiales reafirmaron que la heroína colombiana es apetecida en EU ya que, por su pureza, un kilo puede multiplicarse con varias mezclas y aumentar las ganancias.
Salazar y Sinaloa traficaron unos 100 kilos de heroína de Colombia en tránsito por Ecuador y Honduras hacia México y luego al estado de Nueva York, y las ciudades de Los Ángeles (California), Tucson (Arizona) y Las Vegas (Nevada), aseveró el coronel, sin dar fechas. “Le representaba [a Salazar] una gran cantidad de dinero” para sus lujos, recalcó.
Para eludir controles policiales en puertos y aeropuertos, la red de Salazar creó unas “aleaciones químicas” que insertó con la droga en envases de champú, de pasta de dientes o de café para camuflarla.
Las pruebas en laboratorios identificaron los componentes y se descubrió la muestra química para contrarrestarlos y hallar la droga con bases de control, aclaró. El reporte aseguró que Salazar compró heroína en los departamentos colombianos de Cauca y Nariño, con litoral en el océano Pacífico y ubicados en un corredor marítimo del narcotráfico del sur al norte de América con lazos en Centroamérica y México en ruta a EU.
En documentos de los que EL UNIVERSAL tiene copia, la fiscalía y la cancillería de Colombia alertaron en enero de 2017 del cambio de dinámica en los viajes de los mexicanos a suelo colombiano desde 2014 con una mayor presencia, ya que numerosas personas oriundas de México se dirigieron a zonas productoras de hoja de coca y cocaína a negocios de narcotráfico.
