Buenos Aires.— Las autoridades buscan más víctimas tras la muerte de 20 personas por consumir cocaína adulterada en suburbios del noreste de Buenos Aires. Otras 74 personas resultaron hospitalizadas.
El Ministerio de Salud emitió una “alerta epidemiológica” por consumo de cocaína alterada con “opiáceos” y los servicios de emergencia continuaban registrando personas “en grave estado”. Especialistas citados por el diario La Nación señalaron que “el cuadro [que presentan los pacientes] es compatible con el que se vio en septiembre del año pasado en Estados Unidos, con una seguidilla de muertes que fueron atribuidas al consumo de una droga que sería cocaína mezclada con fentanilo, un opiáceo 100 veces más potente que la heroína”. Las autoridades recomendaron evaluar la administración de naloxona (una sustancia antagonista de los opiáceos) como “antídoto”.
“Hay fallecidos en la vía pública y en domicilios que aún no se pudo identificar”, dijo un vocero del ministerio a la AFP.
Beatriz, cuyo hijo Ariel es uno de los hospitalizados, contó a La Nación que “está muy mal, en terapia intensiva con respirador”. Señaló que ella lo encontró “en la cocina de mi casa. Fui a pagar la luz y lo encontré tirado en el piso, quería hablar y no podía”.
Entre los 20 fallecidos de los que se tiene registro, seis murieron en sus casas, sin oportunidad de pedir ayuda.
Entre los 74 internados, 18 están con asistencia mecánica. Los pacientes presentaron signos de shock, depresión del sistema sensorial, dificultad respiratoria y excitación psicomotriz. La fiscalía pidió a los compradores de cocaína del populoso cinturón que rodea la capital, de unos 14 millones de habitantes, que desechen la sustancia adquirida recientemente.
“Se ha determinado que circula una sustancia comercializada como cocaína de altísima toxicidad”, dijo la Fiscalía del distrito de San Martín. Según las reconstrucciones de la investigación, todas las víctimas habrían comprado la droga en el mismo espacio, en el barrio Puerta 8. Ariel fue uno de ellos. “Todos iban a ese lugar”, señaló Beatriz, quien encontró en su casa, muerta, a otra de las víctimas.
La investigación por la venta de cocaína adulterada, aún en estado incipiente, sigue su curso y ya son 10 los detenidos. Una de las principales hipótesis recae en la posibilidad de una guerra entre bandas. La otra es que los consumidores hayan ido a los llamados búnkeres a adquirir dosis de cocaína, como lo hacían habitualmente, pero en realidad lo que compraron y tomaron era otra cosa: quizás, fentanilo, un poderosísimo opiáceo, 100 veces más poderoso que la heroína, con capacidad letal.
Agentes con paquetes que presuntamente contenían drogas incautadas, durante un allanamiento en Taller Puerta 8, en Buenos Aires. Foto: Eliana Obregon. AFP
En el sitio allanado por la policía se encontró cocaína en envoltorios similares a los aportados por familiares de una de las víctimas, que dijeron que sus parientes parecían haber consumido veneno para ratas. “Consumieron droga con veneno de rata y lo compraron en Puerta 8”, dijo María, cuñada de una de las víctimas, a La Nación.
“Una hipótesis sugiere que un lote de estupefacientes sufrió una adulteración por parte de un narco para arruinar el negocio de un rival. La sustancia tóxica fue puesta a propósito”, dijo a La Nación una fuente del caso. El fiscal General de San Martín, Marcelo Lapargo, más tarde, abonó esa teoría. “Esto es excepcional. No es un error en el procesamiento del material, o no parece serlo porque todavía las pericias no están”, señaló Lapargo.