El gobierno francés considera incorporar una tarifa de entrada para visitar la catedral de Notre Dame cuando vuelva a abrir, con el objetivo de recaudar fondos para la preservación del patrimonio religioso de la nación.
La icónica catedral francesa volverá a abrir sus majestuosas puertas en diciembre próximo, cinco años después de haber sido arrasada por el catastrófico incendio ocurrido en abril de 2019.
Los interiores, de varios niveles, con su elevada techumbre, sus ventanales con intrincados vitrales y su órgano de talla mundial, volverán a recibir a sus visitantes.
La ministra de Cultura de Francia, Rachida Dati, propuso cobrar cinco euros (4.16 dólares) a los turistas, lo que podría generar 75 millones de euros (62.41 millones de dólares) cada año para contribuir a la restauración de los deteriorados edificios religiosos de Francia. Dati piensa que Notre Dame podría ser un modelo en los esfuerzos de preservación del país.
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“En toda Europa, los visitantes pagan para acceder a los sitios religiosos más notables. Con cinco euros por visitante en Notre Dame, podríamos salvar iglesias en toda Francia. Sería un hermoso símbolo”, dijo Dati en una entrevista con el diario Le Figaro, publicada la tarde del miércoles.
Hay más de 40 mil templos católicos en mal estado en Francia
Los fondos se necesitan con desesperación. Francia alberga aproximadamente 42 mil templos católicos, muchos de los cuales se encuentran en mal estado. Los expertos calculan que se pierde un edificio religioso cada dos semanas debido al descuido, al fuego o al vandalismo.
El gobierno francés ha puesto en marcha varias campañas para combatir la crisis, incluido el de “Loto du patrimoine” (Lotería del patrimonio), que financia los esfuerzos de restauración.
Tan sólo en 2022, el Ministerio del Interior gastó 57 millones de euros en el patrimonio religioso, y en los últimos cinco años, se invirtieron 280 millones de euros en la restauración de más de 8 mil sitios. Aun así, muchas iglesias rurales están en riesgo.
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