Bruselas.— En la ruta migrante hacia Norteamérica no hay plaza más peligrosa que el cruce entre Ciudad Hidalgo, Chiapas, y Tecún Umán, Guatemala, sostiene un análisis del instituto de investigación Mixed Migration Centre.
Otras localidades de alto riesgo son la ciudad de Tapachula y el puerto fronterizo de Talismán, en el estado chiapaneco. El resto de la lista roja la integran la Ciudad de Guatemala; San Pedro Sula, Corinto, y Ocotepeque en Honduras; las Chinamas, San Salvador y La Hechadura en tierra salvadoreña. La alerta se desprende de un análisis basado en entrevistas a 323 migrantes entre el 13 y el 25 de septiembre, con presencia en México y Guatemala. El Mixed Migration Centre es una institución reconocida por el rígido manejo datos y el alcance de sus estudios. Tiene su sede en Ginebra, Suiza, y opera con fondos de la Unión Europea y los gobiernos de Holanda, Francia y Reino Unido.
La investigación consistió en identificar el país y la ubicación específica del punto más peligroso de la ruta migrante hacia el norte.
A nivel de país, Guatemala fue señalada como el paso más peligroso, con 22%, seguido por Honduras y México con 15% y 14%, respectivamente. Un 30% de los encuestados no reportó ningún punto de peligro.
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El riesgo que enfrentan con mayor frecuencia es robo, reportado por 58% de las personas consultadas, aunque la tendencia es aún mayor entre los entrevistados en México, donde el indicador fue de 69%. Otros riesgos comúnmente mencionados son violencia física, soborno, extorsión y asesinato.
“Según actores locales, los riesgos de secuestro y violencia sexual son mucho más comunes en los tramos posteriores de la ruta migratoria hacia Estados Unidos, donde los cárteles de la droga tienen una mayor presencia y control sobre el territorio”, indica. El estudio sostiene que la pandemia ha multiplicado las amenazas para los migrantes.
“Según las organizaciones locales, esto se debe principalmente al impacto adverso de la pandemia en la economía y al aumento del desempleo, lo que dificulta las condiciones y hace que la gente esté más desesperada por un empleo”. Los grupos criminales son señalados como los principales perpetradores de los delitos, seguidos por autoridades gubernamentales y grupos armados o milicias.
La investigación señala que la presencia de las fuerzas del orden, así como los controles migratorios en la frontera de Chiapas con Guatemala, han disminuido durante la pandemia.
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“Se ha vuelto más fácil evitar la detención al ingresar a México de manera irregular, porque más funcionarios del gobierno aceptan hacerse de la vista gorda a cambio de un soborno”.
El organismo recomienda a los gobiernos fortalecer los instrumentos de protección para refugiados y migrantes.