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LA PAZ, Bolivia.- La justicia boliviana llamó el martes al expresidente Evo Morales a declarar en calidad de testigo en un caso de supuesto terrorismo, sedición y conspiración contra la expresidenta interina Jeaninne Áñez y otros líderes de las protestas durante la crisis de 2019.
El llamado a declarar a Morales llega en medio de una pugna interna en el oficialismo entre el exmandatario y el presidente de Bolivia, Luis Arce, y días después de que el propio Morales fuera citado por la justicia por un presunto caso de estupro y trata de personas a una joven menor de edad que quedó embarazada cuando aún era presidente. Morales achaca el inicio de ese proceso a una persecución del gobierno para impedir que pueda ser candidato presidencial en 2025.
Morales (2006-2019) no había sido llamado a declarar previamente en el juicio contra Áñez y ahora fue convocado a pedido de la defensa de la propia Áñez, que ha pedido que la expresidenta interina sea sometida a un juicio de responsabilidades —para mandatarios por delitos cometidos en su cargo y que juzga el Tribunal Supremo— y no por la vía ordinaria.
Áñez, que cumple condena de 10 años por otro caso, está en prisión desde marzo de 2021.
Las protestas, que derivaron en la renuncia de Morales, dejaron 37 fallecidos tras unas elecciones denunciadas de fraudulentas por la Organización de los Estados Americanos (OEA) en las que el exmandatario buscaba un cuarto mandato.
Junto al expresidente, fue llamado a declarar de forma virtual como testigo el exministro de Justicia, Iván Lima —una pieza clave del gobierno de Arce— para el próximo 21 de octubre. Lima recientemente dijo que si no se le interpuso un juicio de responsabilidades a Áñez, en lugar de uno ordinario, fue por un capricho y a pedido de Morales.
Por su parte, Morales se encuentra atrincherado en su feudo cocalero. Sus partidarios han realizado cortes de ruta en el centro de Bolivia en las que están dos vías importantes que unen el occidente con el oriente. En el segundo día de bloqueos se registraron enfrentamientos entre sus seguidores y la policía. El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, informó de al menos 13 detenidos.
Los bloqueos son en favor del expresidente, que se negó a declarar en el caso en su contra por presunto estupro y trata de personas. Morales acusa a su heredero y sucesor, el presidente Luis Arce, de “armar” el caso para invalidar su postulación a los comicios presidenciales de 2025 por el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) y denunció una persecución política en medio de una fuerte disputa interna en el partido gobernante.
El pasado viernes la fiscal Sandra Gutiérrez anunció que se emitiría una orden de aprehensión, pero días después seguía sin confirmarse la medida y la fiscal aseguró que por estrategia no se brindará mayor información debido a que el caso esta bajo reserva.
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