Kabul.— El número de civiles muertos como consecuencia de la guerra en Afganistán registró una cifra récord en 2018, con un total de 3 mil 804 fallecimientos, en su mayoría imputados a los grupos insurgentes talibanes y al Estado Islámico (EI), indicó ayer la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en un informe.
Según la misión de la ONU en Afganistán (MANUA) y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la cifra supone un aumento de 11% en relación con 2017.
Desde 2014, al menos 3 mil 500 civiles mueren cada año como consecuencia de la guerra. En 10 años, desde que se contabilizan las víctimas civiles en el conflicto, Naciones Unidas registró 32 mil muertos y 60 mil heridos.
El número de niños muertos también alcanzó una cifra récord en 2018 (927 frente a los 826 de 2017 y los 926 de 2016). Además, se registraron más de 7 mil heridos, un nivel equivalente al de los últimos cuatro años.
Información de Naciones Unidas indicó que los factores que contribuyen al aumento del número de fallecimientos son los ataques deliberados contra civiles en atentados suicidas de grupos insurgentes, así como los bombardeos aéreos y los combates de las fuerzas progubernamentales.
El informe atribuye a las fuerzas del gobierno afgano y aliados —incluyendo a la coalición internacional liderada por Estados Unidos— 24% de todos los civiles fallecidos o heridos en 2018, de acuerdo con la ONU, que destaca además que 2018 se trata del quinto año consecutivo con más de 10 mil víctimas civiles, contando muertos y heridos.