Washington.— Sólo algo “dramático” impedirá que el presidente estadounidense, Donald Trump, cierre la frontera con México para frenar la llegada de inmigrantes a suelo estadounidense, sin importar las consecuencias económicas para el país, afirmó ayer el jefe de gabinete en funciones de la Casa Blanca, Mick Mulvaney.
Por la tarde, Trump insistió en la idea vía Twitter. “Los demócratas están permitiendo que un ridículo sistema de asilo y vacíos legales sigan siendo el pilar de nuestro sistema migratorio. México, de igual modo, no está haciendo NADA, una muy mala combinación para nuestro país. Seguridad Nacional está siendo muuuuy linda, pero no por mucho tiempo!”, dijo.
Mulvaney, en el programa This Week de la cadena ABC News aseguró que Trump tiene pocas opciones al cierre de la frontera, dada la falta de respaldo de los demócratas a aumentar le seguridad fronteriza o a asignar más recursos. “Frente a estas limitaciones, el presidente hará todo lo que pueda. Si eso significa cerrar los puertos de entrada, es exactamente lo que pretende hacer”.
El viernes, frente al incremento de migrantes que buscan asilo en Estados Unidos procedentes de naciones de Centroamérica que viajan por México, Trump dijo que había una “gran probabilidad” de que cerrara la frontera esta semana, si México no impide que los inmigrantes no autorizados lleguen a Estados Unidos. Mulvaney subrayó que sólo algo “dramático” lo impedirá.
“México podría estar haciendo más” para detener las caravanas de migrantes, manifestó. Cuando se le preguntó sobre el impacto negativo que un cierre de fronteras podría tener en el comercio bilateral, considerando que México es el tercer socio comercial de Estados Unidos, Mulvaney reconoció que hay preocupación; sin embargo, añadió: “También estamos preocupados por el efecto que tendrá en la economía estadounidense y en la nación la entrada de más de 100 mil personas de manera ilegal este mes”. La cifra se basa en el estimado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Sobre el recorte de la ayuda económica a El Salvador, Guatemala y Honduras —los países del Triángulo Norte—, Mulvaney alegó que esas naciones “no han hecho nada por nosotros. Si vamos a dar a estas naciones cientos de millones de dólares, nos gustaría que hicieran más”.
El sábado, un vocero del Departamento de Estado dijo a la cadena CNN que “estamos ejecutando la orden del presidente y poniendo fin a los programas de asistencia extranjera FY 2017 y FY 2018 para el Triángulo Norte”, y que se “involucraría al Congreso en el proceso”.
Los demócratas han dicho que se van a oponer. “La asistencia extranjera en Estados Unidos no es caridad; promueve nuestros intereses estratégicos y financia iniciativas que protegen a los ciudadanos estadounidenses”, dijo el senador por Nueva Jersey, Bob Menendez.
La asesora de la Casa Blanca, Kellyanne Conway, salió en defensa de los planes de Trump de cerrar la frontera. Aseguró que la situación allí estaba en un “punto de fusión” y que la advertencia va en serio. “Ciertamente no es un engaño. Hay que tomar al presidente en serio”, dijo en entrevista con Fox News Sunday.
“Constructores de muros serán sus prisioneros”. A su regreso de Marruecos, donde vio de primera mano la situación de los migrantes que buscan llegar a Europa, el papa Francisco se refirió al tema de los políticos que construyen muros para contener la migración.
“Los constructores de muros, ya sean de alambres o de ladrillos, terminarán convirtiéndose en prisioneros de los muros que construyen”, señaló.