Managua.- "En los últimos años estaba realmente lleno... Antes tenías que (esperar) en una gran fila para venir aquí y ahora está vacío”, dijo la nicaragüense Mayela Rodríguez desde un centro de votación que el domingo lucía prácticamente desierto en .

Junto con esta escuela, otros 13 mil puntos fueron habilitados en Nicaragua para las elecciones en las que el presidente busca un cuarto mandato consecutivo. Los comicios han sido cuestionados pues los aspirantes con posibilidad de disputarle el poder permanecen en prisión.

La oposición pidió a los nicaragüenses que se quedaran en casa en protesta por un proceso electoral criticado de forma generalizada y que las potencias extranjeras consideran poco creíble.

Las urnas cerraron a las seis de la tarde en todo el territorio. El Consejo Supremo Electoral indicó previamente que los primeros resultados parciales se publicarían en torno a la medianoche. El conteo provisional se esperaba para el lunes.

Los comicios determinarán quién ostentará la presidencia durante los próximos cinco años, además de 90 de los 92 escaños del Congreso Nacional y la representación nicaragüense en el Parlamento Centroamericano. Más de 4.4 millones de nicaragüenses de 16 años en adelante estaban aptos para sufragar.

Participación y legitimidad en las urnas

Las elecciones generales de Nicaragua , en las que se espera una nueva reelección del sandinista Daniel Ortega , en el poder desde el 2007, se han caracterizado este domingo por una escasa participación debido a que, para muchos, el resultado está determinado de antemano.

El camino para el quinto mandato de Ortega y cuarto consecutivo quedó allanado cuando la Policía Nacional , que dirige un consuegro del mandatario, arrestó a siete posibles candidatos presidenciales de la oposición que se perfilaban como sus principales rivales y que podían servir de contrapeso.

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Otros dos aspirantes disidentes se marcharon al exilio alegando razones de seguridad.

Sin competencia electoral, la jornada se ha centrado en otros dos ejes: el nivel de participación y la legitimidad que tendría Ortega, quien, por su lado, consideró que lo que está en juego es la paz o el "terrorismo", esto último, según él, promovido por la oposición excluida de los comicios.

Ortega y la oposición

Tras depositar el voto junto a su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo , que también aspira a reelegirse, Ortega ofreció un mensaje en una cadena televisiva y radial en el que atacó a los opositores encarcelados y en el exilio, así como a las protestas que estallaron contra su gobierno en abril de 2018.

"Estamos realizando estas elecciones, y seguros de que en esta batalla, que es una batalla histórica, donde hay que decidirse por el terrorismo , la confrontación, la guerra o la paz", dijo Ortega desde la Casa de los Pueblos.

El mandatario ofreció sus declaraciones a mitad de la jornada electoral, que ha transcurrido en calma y con baja afluencia de votantes , en contraste con los pronósticos del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional ( FSLN ), que predijo una votación masiva.

La oposición excluida de participar en las elecciones, los nicaragüenses en el exilio y la Asociación Madres de Abril, que aglutina a familiares de las víctimas del estallido social de 2018, lanzaron campañas desaconsejando votar bajo el argumento de que hacerlo sería legitimar a la "dictadura Ortega Murillo".

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Baja afluencia a los comicios

En Managua y las principales ciudades del país, las calles lucían con poco tráfico desde temprano y numerosas viviendas y comercios cerrados, pese a que desde la noche del sábado la policía levantó la prohibición de venta de licor en bares, restaurantes y tiendas de conveniencia.

En la mayoría de las juntas receptoras de votos el trámite del sufragio fue ordenado y rápido debido a que no se formaron largas filas, según dijeron varios votantes. El proceso del voto duraba en promedio entre cinco y 10 minutos.

Los centros de votación ubicados en los colegios Maestro Gabriel, Rubén Darío, Salomón Ibarra y Experimental México, todos en la populosa y comercial zona oriental de la capital, quedaron vacíos a partir de las primeras horas de la tarde, según pudieron observar periodistas de AP durante un recorrido.

Entre los votantes destacaban activistas de la Juventud Sandinista, organización adscrita al partido de gobierno, como Edwing Dávila, de 25 años y originario del departamento de Carazo, al sur de la capital. “Voto porque es mi derecho como ciudadano, por amor al Frente Sandinista y porque quiero más progreso para mi país. No puedo engañarme a mí mismo negando que Nicaragua ha avanzado con el gobierno del presidente Daniel Ortega ”, declaró Dávila a The Associated Press.

Por su parte, Raquel Baltodano, ayudante en una tienda de abarrotes de la zona occidental de Managua, dijo a la AP que acudió a sufragar bajo coacción : “Mi patrona es sandinista y me dijo que si no votaba me iba a correr (despedir) del trabajo”.

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El gobierno no invitó a observadores de la OEA , la Unión Europea y el Centro Carter , que cuestionaron la reelección de Ortega en 2011 y 2016, y en su lugar acreditó a 232 “acompañantes electorales”, en su mayoría enviados por gobiernos y partidos de izquierda. Entre ellos, Dmitry Novikov, representante de la Duma Estatal de Rusia, recorrió algunos centros de votación de Managua acompañado por sus colegas de Osetia y Abjasia del Sur. También lo hicieron miembros de una delegación de México, que elogiaron “la transparencia, orden y organización” de las votaciones, según reportó el oficialista canal 4 de televisión.

Hostigamiento intimidación y acoso contra la oposición

La policía detuvo en junio a siete aspirantes a la presidencia por cargos que básicamente equivalían a traición. El día de las elecciones seguían detenidos. Otras dos docenas de líderes opositores fueron detenidos antes de la votación. Los otros candidatos del domingo eran políticos poco conocidos de partidos menores considerados como afines al ( FSLN ).

La víspera, la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) se declaró en “estado de alerta” tras reportar la captura de al menos ocho de sus dirigentes “secuestrados —según dijo— por el régimen en redadas ilegales” durante la tarde y noche del sábado.

La Alianza Cívica denunció a su vez casos de “ hostigamiento , vigilancia, amenazas, intimidación, acoso, ataques, detenciones ilegales y arbitrarias” de algunos de sus dirigentes en diversas localidades del país.

La Policía Nacional no había confirmado ni desmentido las denuncias opositoras. Después de ejercer su voto, tanto el director de la policía, Francisco Díaz , como el jefe del Ejército, general Julio Avilés , aseguraron que las votaciones se desarrollaban en “completa tranquilidad”.

El domingo por la tarde, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dijo en su cuenta de Twitter que recibió información sobre “allanamientos, detenciones arbitrarias, hostigamiento y restricciones a la prensa. Insta al Estado a cesar la represión contra líderes y lideresas de oposición, y defensoras y defensores”.

Ortega y su esposa sufragaron al mediodía en el capitalino reparto El Carmen, tras lo cual dio un discurso ante activistas de la Juventud Sandinista , en el cual arremetió contra Estados Unidos y volvió a acusarlo de “fomentar y financiar las protestas masivas de abril de 2018, que su gobierno calificó como “un fallido golpe de Estado”. Agregó que Estados Unidos “sigue conspirando porque no quería que se realizaran estas elecciones".

Un funcionario de alto rango del Departamento de Estado de Estados Unidos, que habló con la prensa bajo condición de anonimato, dijo que el gobierno estadounidense estaba dispuesto a considerar más sanciones dirigidas , pero había intentado evitar medidas que afectaran de forma más general al pueblo nicaragüense.

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