Washington.— Tanto los demócratas que acusan al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de abuso de poder y obstrucción al Congreso, como los abogados del mandatario republicano llamaron ayer al Senado a impartir justicia; los primeros, destituyéndolo; los segundos, absolviéndolo.
Tras cerrar los alegatos de un impeachment que se perfila como fallido, ambas partes optaron por declarar sobre Trump.
“Cuando un presidente intenta coaccionar a un aliado para que lo ayude a hacer trampa en nuestras elecciones, y luego trata de encubrir el asunto, debemos decir basta”, aseveró Adam Schiff, líder del equipo de la Cámara de Representantes que lleva adelante la acusación.
“Hemos demostrado que Donald Trump es culpable. Ahora impartan justicia imparcial y condénenlo”, concluyó Schiff en un encendido discurso ante la Cámara Alta, con 100 integrantes, la mayoría de fila republicana que apoya al magnate.
Por su lado, la defensa dijo que “esta fue la primera acusación presidencial totalmente partida en la historia” del país. “Y debería ser la última”, comentó el abogado personal de Trump, Jay Sekulow.
“El presidente no hizo nada malo”, refirió el consejero de la Casa Blanca, Pat Cipollone, ante los senadores que actúan como jurado. Cipollone, al igual que el abogado Sekulow, denunció el juicio contra Trump como un proceso “exclusivamente partidista”.
Además, defendió que el Senado debería “dejar la elección del presidente de Estados Unidos al pueblo”, y dijo que Trump está ansioso de ir a las urnas en las elecciones de noviembre de 2020.
“No se puede confiar en que este presidente haga lo correcto”, esgrimió Schiff al dirigirse al jurado. “Él no va a cambiar y ustedes los saben”, agregó, y cifró en 100% la probabilidad de que Trump “continúe haciendo trampa” para ganar los comicios. “La verdad le importa poco. Lo correcto le importa aún menos. Y la decencia no le importa en absoluto”.
El Senado de Estados Unidos votará este miércoles a las 16:O0 horas sobre los cargos, un día después del discurso de Trump sobre el estado de la Unión. La Constitución requiere de una mayoría de dos tercios (67 votos) para destituir a un presidente y los 53 senadores republicanos respaldan por ahora a Trump, a quien el juicio no le ha hecho mayor escarnio, tal como lo aseveró él antes de llegar a este impeachment.