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Quito.— La protesta en Quito contra el presidente ecuatoriano Guillermo Lasso acabó en un enfrentamiento entre manifestantes y agentes, que recurrieron a gases lacrimógenos para dispersar a los participantes.
El choque ocurrió en la Plaza de Santo Domingo, donde terminaba la marcha. Desde las últimas filas, constató EFE, comenzaron a arrojar palos y piedras a los agentes apostados tras las barreras de control en las calles que dan acceso a la Plaza Grande, donde se encuentra la sede de la presidencia. La policía respondió con gases lacrimógenos al centro de la plaza, propiciando una estampida hacia calles aledañas y que muchos manifestantes volvieran a arrojar piedras y otros objetos.
El poderoso movimiento indígena de Ecuador cerró algunas vías y protestó contra la política económica del gobierno y en abierto desafío al estado de excepción que rige en el país por la violencia del narcotráfico. Mientras, el presidente Guillermo Lasso pidió decirle “no” a las acciones.
En total, según el balance hecho por la ministra de Gobierno, Alexandra Vela, hubo 37 detenidos por “realizar actos contrarios a la Constitución y al Código Penal”, incluyendo el cierre de vías.
El nuevo titular de Defensa, Luis Hernández, reveló que dos militares que iban de civil fueron retenidos en el sector de Atahualpa, al norte de Quito. Se negociaba su liberación con los captores.
Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, dijo que “estamos para reclamar derechos, no somos enemigos internos para que nos declare la guerra, escuche, presidente, todos estamos viviendo esta pobreza, incluida las arcas fiscales”.
Mientras, un enfrentamiento, que dejó dos heridos, se registró entre presos de una cárcel en la que ocurrió una revuelta en septiembre que dejó 119 reclusos muertos.