Hong Kong.— Miles de manifestantes prodemocracia prosiguieron ayer su movilización en Hong Kong, en vísperas de la celebración en China del 70 aniversario de la fundación del régimen comunista, una nueva jornada de protestas marcada por confrontaciones entre los manifestantes y la policía.
Beijing prepara una serie de actos para conmemorar la creación de la República Popular China, en 1949, entre ellos un enorme desfile militar mañana, que refleja la emergencia del país, segunda economía mundial, como superpotencia global.
En este contexto, Hong Kong, la excolonia británica, está sumida desde junio en su peor crisis desde 1997, cuando fue devuelta a China. Las protestas en este territorio semiautónomo denuncian la pérdida de libertades y una creciente injerencia de Beijing en los asuntos del territorio. Los activistas han llamado a que se produzcan protestas “antitotalitarias” contra China.
Se celebraron movilizaciones de este tipo en Australia y Taiwán. En Hong Kong se produjeron las confrontaciones más intensas en las últimas semanas entre manifestantes y fuerzas de seguridad, que recurrieron al uso de gas lacrimógeno y balas de goma, mientras que los participantes en la protesta lanzaron piedras y cocteles molotov.
Las autoridades sanitarias informaron el domingo de que hubo 13 heridos, uno de ellos grave.
Algunos manifestantes radicales dañaron estaciones de Metro y arrancaron banderas en las que se proclamaban los festejos por el 70 aniversario de la República Popular de China.
Varios llevaban banderas “Chinazi”, una versión de la bandera china en la que las estrellas amarillas forman una esvástica.
Un periodista de la AFP vio cómo un hombre con el rostro cubierto golpeaba en repetidas ocasiones a manifestantes en el distrito de Wanchai. No resultó posible de momento saber si se trataba de un policía infiltrado como civil, una táctica cada vez más utilizada por las fuerzas de seguridad hongkonesas.
Un estudiante de 20 años, que solamente dio su nombre de pila, Tony, portaba una bandera ucraniana, porque muchos de los manifestantes de Hong Kong más radicales dicen inspirarse de la revolución ucraniana del año 2014, que terminó con la huida del presidente prorruso.
“Esperamos que si nos conectamos con diferentes partes del mundo y luchamos contra la China comunista, nuestro movimiento vencerá”, dijo Tony.
Pese a la lluvia, unos mil manifestantes se congregaron en Taiwán, muchos de ellos vestidos de negro, en señal de solidaridad con el movimiento prodemocracia de Hong Kong. En Sidney otra movilización similar reunió también a un número parecido de manifestantes.
“Me siento cada noche muy triste porque sigo en directo las imágenes [desde Hong Kong] a través de Facebook y otras redes sociales”, aseguró el hongkonés Billy Lam, quien estudia en Australia.
Las manifestaciones que se han producido en Hong Kong desde principios de junio, y que han degenerado en frecuentes enfrentamientos entre fuerzas del orden y grupos radicalizados, se desencadenaron por un proyecto de ley de extradición a China, ahora abandonado. El movimiento ha derivado hacia exigencias más generales, como elecciones libres y una menor injerencia de Beijing.
Bajo el principio “un país, dos sistemas”, vigente hasta 2047, Hong Kong goza en teoría de ciertas libertades de las que no disfrutan los ciudadanos del resto de China, como la libertad de expresión, el acceso sin restricciones a internet y la independencia judicial.
Los activistas de Hong Kong, que consideran que ese principio no está siendo respetado, han calificado el martes, el día que se conmemora la creación de la China comunista, como “Día de dolor”.
Los estudiantes de la excolonia británica han llamado a una huelga el lunes y los manifestantes prodemocracia han instado a la gente de Hong Kong a manifestarse y vestirse de negro mañana.