Santiago de Chile.- Dos ataques incendiarios que destruyeron una casa y un camión se registraron la madrugada de este viernes en el sur de Chile, al inicio de la segunda jornada de gira del presidente Gabriel Boric a la zona marcada por un enconado conflicto territorial que enfrenta a comunidades indígenas, empresas forestales y el Estado.
Según antecedentes preliminares entregados por Carabineros, desconocidos habrían quemado una vivienda en Collipulli, región de La Araucanía -zona donde se encuentra el mandatario-, aunque se desconocen los motivos.
El otro ataque se produjo en la comuna de Cobquecura, en la región de Ñuble, cuando un grupo de encapuchados pertrechados con armas de fuego quemaron un camión de faena forestal después de amedrentar a un funcionario.
Durante esta jornada, se espera que el jefe de Estado chileno despliegue una agenda privada hasta media tarde, hora en la que regresará a la capital para iniciar los últimos preparativos previos a su viaje a Tailandia por la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) .
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Estado de excepción por conflicto territorial
Desde mayo pasado, en la zona rige un estado de excepción constitucional ratificado por el Congreso en 11 oportunidades, herramienta constitucional que p ermite el despliegue militar en la zona para que ayuden a Carabineros (Policía militarizada) a controlar el orden público, incluyendo vigilancia en las principales carreteras y caminos aledaños.
En La Araucanía y otras zonas del sur de Chile existe desde hace décadas una disputa territorial entre el Estado, algunas comunidades mapuche y empresas forestales que explotan tierras consideradas ancestrales por los indígenas.
El pueblo mapuche, la etnia indígena más numerosa de Chile, reclama las tierras que habitó durante siglos, antes de que fueran ocupadas a la fuerza por el Estado chileno a fines del siglo XIX en un proceso conocido oficialmente como la "Pacificación de La Araucanía" y que ahora pertenecen en su mayoría a empresas forestales.
En este contexto, son frecuentes los ataques incendiarios a maquinaria y predios, y el conflicto ha costado la vida a un gran número de comuneros mapuche a manos de agentes del Estado, registrándose además la muerte de policías y huelgas de hambre de presos indígenas.
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