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El Congreso de Chile aprobó este jueves de manera definitiva el proyecto de ley de reforma constitucional que permite a los ciudadanos retirar 10% de sus fondos de pensiones para hacer frente a las complicaciones económicas que está causado la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2.
La iniciativa fue aprobada en tercer trámite por la Cámara de Diputados, finalizando su curso parlamentario y quedando lista para su eventual promulgación como ley por el presidente chileno, el conservador Sebastián Piñera, quien es contrario a esta reforma y podría vetarla o recurrirla ante el Tribunal Constitucional.
La reforma fue aprobada por un contundente margen de 116 votos a favor, 18 en contra y 5 abstenciones en la votación final en la Cámara de Diputados.
El proyecto, impulsado por la oposición, está generando una fuerte crisis en el oficialismo chileno, pues fue aprobado gracias al voto a favor de varios legisladores gubernamentales, mientras que desde las bancadas progresistas se califica como "histórico" porque entienden que puede suponer el inicio de un cambio profundo en el sistema de pensiones del país, basado en el ahorro individual obligatorio gestionado por empresas privadas.
La iniciativa permitirá retirar de manera anticipada hasta un 10 % de los fondos de pensiones mientras dure la pandemia y busca aliviar a la castigada clase media, que representa casi la mitad de los 19 millones de habitantes de Chile .
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, dijo este jueves que la aprobación de una popular ley para el retiro anticipado de los fondos de pensiones, impulsada por la oposición y apoyada por varios diputados oficialistas, no es una "derrota" para su Gobierno.
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"No siento que uno experimente una derrota cuando lucha con convicción y con fuerza por lo que cree que es lo mejor para Chile y los chilenos", afirmó en rueda de prensa el mandatario conservador horas antes de que el Congreso comience la histórica votación.
Para tratar de frenar la ley, Piñera anunció un paquete para la clase media, que incluye un ingreso básico de 600 dólares y créditos estatales blandos, pero no convenció a algunos parlamentarios de su propia coalición, que en primer y segundo trámite votaron a favor del retiro y se espera que también lo hagan este jueves.
"El clima que estamos viviendo hoy en día de temor, de descalificación, de amenazas, de violencia, no le hace bien al alma de nuestro país", afirmó el gobernante en referencia a las barricadas instaladas la noche del miércoles en algunas de la capital para pedir la aprobación del proyecto.
El gran empresariado chileno y parte del oficialismo, incluido Piñera, se oponen al proyecto, que cuenta con gran apoyo popular, porque creen que empobrecerá a los pensionistas y es el primer paso para desmantelar el sistema chileno de pensiones, replicado en otros países de Latinoamérica y criticado con dureza en los últimos años.
El presidente tiene la opción de vetar el proyecto o recurrir al Tribunal Constitucional, aunque los expertos lo descartan pues podría provocar una nueva ola de protestas como la que estalló a finales del año pasado, con una treintena de muertos y miles de heridos y que reivindicaba la transición hacia un modelo más solidario y con mejores pensiones, entre otras demandas.
De promulgarse finalmente el proyecto, Chile se sumaría a países como Perú y Australia que ya han permitido el retiro de fondos durante la pandemia, que mantiene a Chile como uno de los países más afectados del mundo con más 330 mil infectados y cerca de 8 mil 800 muertos.
lsm