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Santiago de Chile.— El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció ayer una serie de apoyos para las más de 245 familias que han perdido o visto afectadas sus viviendas por el gran incendio que se desató en Nochebuena en la ciudad de Valparaíso.
“No vamos a dejar solas a las familias afectadas. Trabajamos intensamente en un plan que las ayude a recuperar la normalidad de sus vidas”, indicó el mandatario desde Valparaíso, el puerto más importante de la costa central de Chile, 100 kilómetros al este de Santiago.
Los beneficios, que se empezarán a distribuir el lunes cuando se acabe el catastro de afectados y cuya cuantía no trascendió, consisten en un “bono de enseres”, para que las familias puedan sustituir las pertenencias que han perdido, y en “subsidios de arriendo”, a fin de que durante el periodo de espera de la solución definitiva puedan alquilar otra vivienda.
También se entregarán subsidios para compra de viviendas en otras zonas de la ciudad y se ayudará a reconstruir aquellas que estén bien ubicadas y en lugares que no constituyen un riesgo, puesto que muchos inmuebles fueron edificados en terrenos inestables.
“Hay indicios, alguna evidencia, de que esto pudo ser un incendio intencional. Esto sería extremadamente grave.
“Lamento profundamente que lo que debió haber sido una Nochebuena, una noche de paz, haya sido alterada profundamente por esta tragedia”, indicó el mandatario.
Vecinos denuncian que momentos previos a que se iniciara el siniestro, se pudo ver a una camioneta blanca cerca del punto de inicio de las llamas.
El alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, dijo el miércoles que presentó una acción penal contra quienes sean identificados como responsables del incendio.
“La intencionalidad de este incendio, por diversos indicios, es clara, ¡queremos saber quiénes son los responsables! ¡Por qué tanto daño a Valparaíso!”, publicó en su cuenta de Twitter.
Piñera alertó: “No podemos construir viviendas en zonas que son de alto riesgo, porque ponemos en peligro la vida de familias chilenas”.
El gobernante estuvo en la sede de la Intendencia de la ciudad portuaria, a cuyas puertas acudieron una veintena de personas para protestar contra el gobierno en el marco del grave estallido social que vive el país desde hace más de dos meses.
Sin embargo, algunos afectados insistieron en quedarse en esos lugares. “Yo me quedo aquí, llevo 30 años en mi sector y me voy a quedar. Vamos a volver a levantarnos y a construir”, señaló Irma Victoriano, de 46 años, en el cerro San Roque.
“Alcanzamos a salir vivos (...) pero regresaré a vivir donde mismo, porque no tenemos otro sitio. Vamos a volver a reconstruir [nuestra casa] con mi familia”, afirmó Iris Valdés, de 31 años, habitante de la misma área.
Dos focos diferentes se generaron de manera simultánea la tarde de Nochebuena en los cerros altos de Valparaíso de Rocuant y San Roque, y avanzaron con violencia por los costados hasta juntarse en la población de La Isla y alcanzar una zona de viviendas de madera y lata.
La estatal Corporación Nacional Forestal (Conaf) informó que el incendio quedó totalmente controlado para el mediodía del jueves. Un total de 132 hectáreas de vegetación fueron destruidas.
El ministro de Agricultura, Antonio Walker, dijo que las altas temperaturas y las condiciones provocadas por una sequía histórica han proporcionado un terreno fértil para estos siniestros.
