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Praga.— La policía utilizó gases lacrimógenos y un cañón de agua para dispersar a cientos de manifestantes violentos que los atacaron después de una protesta por las restricciones gubernamentales para frenar la propagación del Covid-19.
Los servicios de rescate de la policía dijeron que hubo al menos 20 heridos. Los enfrentamientos estallaron después de que miles de manifestantes, incluidos aficionados al futbol y al hockey, se congregaran en la plaza de la Ciudad Vieja para condenar las restricciones que incluyen la prohibición de eventos deportivos y el cierre de bares y restaurantes.
Las reuniones públicas de más de seis personas están prohibidas, pero hasta 500 personas pueden manifestarse si están divididas en grupos separados de 20 y usan máscaras. Muchos de los inconformes no se cubrieron la cara.
Después de que la policía dijo que su número superó los 500, los organizadores intentaron poner fin a la protesta, pero algunos se quedaron en la plaza arrojando bengalas, botellas de cerveza, piedras y varios objetos a la policía.
República Checa se ha enfrentado a un aumento récord de infecciones por coronavirus en las últimas semanas, lo que lo convierte en uno de los países más afectados de Europa.
De hecho, el Viejo Continente superó ayer los 250 mil muertos por Covid-19, mientras que Israel y la ciudad australiana de Melbourne comenzaron con un desconfinamiento progresivo, tras imponer restricciones.
En la última semana se registraron en Europa 8 mil 342 defunciones, la cifra más alta en siete días desde mediados de mayo. Suiza, el menos afectado por la primera ola pero que actualmente enfrenta un alza exponencial de casos, fue el último país europeo en anunciar medidas.
Desde hoy será obligatorio el uso de mascarillas en lugares públicos cerrados, aeropuertos y paradas de autobús, serán restringidas las reuniones y el home office deberá considerarse.
En París, Francia, las calles lucieron desiertas, luego de que el gobierno decidiera cerrar negocios, bares y restaurantes tras imponer un toque de queda a partir de las 21:00 horas. Por la mañana, decenas de miles de personas se manifestaron en la capital y otras ciudades en homenaje al profesor decapitado el viernes por haber enseñado a sus alumnos caricaturas de Mahoma. La mayoría llevaba cubrebocas, pero no había distanciamiento social.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ordenó acciones contra la propaganda islamista radical.