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“Chávez no hubiera permitido la injerencia de Cuba en Venezuela”: Rafael Ramírez

Advierte que la isla tiene gran influencia en el tema militar; afirma que Maduro inició ofensiva contra el sector petrolero

23/03/2019 |02:12José Meléndez / corresponsal |
Redacción El Universal
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San José. – Rafael Ramírez Carreño es una voz incómoda en Venezuela.

Incomoda al cuestionado gobierno del presidente Nicolás Maduro, desconocido como gobernante desde el 10 de enero pasado al ser acusado de que se reeligió en 2018 en comicios ilegítimos, y a la oposición encabezada por el presidente interino o encargado Juan Guaidó, reconocido a partir del 23 de enero anterior por unos 60 países de América, Europa, Asia y Oceanía como mandatario legítimo.

Ex jerarca de Petróleos de Venezuela (PDVSA), ex canciller y ex embajador de Maduro en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ramírez conoce secretos vitales del régimen que todavía gobierna en su país como aparato político y militar heredado al morir en 2013 por Hugo Chávez, líder del proceso revolucionario iniciado en 1999.

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En una entrevista telefónica con EL UNIVERSAL, Ramírez contó que está exiliado en Europa, porque el régimen de Maduro ordenó su captura desde 2017 por presuntos actos de corrupción. Desde una privilegiada atalaya política, Ramírez, de 55 años, jerarca de la estructura petrolera y minera de Venezuela de 2002 a 2014, canciller y vicepresidente en 2014 y embajador en la ONU de 2014 a 2017, no duda ni un instante para lanzar una advertencia.

Chávez nunca hubiera permitido la intromisión de Cuba en los asuntos internos de Venezuela, dice, al referirse a lo que, a su juicio, sí autorizó Maduro en detrimento de la soberanía venezolana.

La siguiente es la entrevista completa con Ramírez.

¿Cómo evalúa la profunda crisis en Venezuela?

La situación que estamos viviendo es realmente una crisis de dimensiones extraordinarias, que nos ha venido afectando sobre todo a raíz de la muerte del presidente Chávez. Y bueno es una crisis profunda en todos los órganos, no es sólo una crisis económica, sino una crisis social, una crisis de valores y también es una crisis política. La situación para describirla en términos políticos es de una ausencia de legitimidad de las instituciones y las autoridades en el país. Es una situación que está bloqueada por los factores que están en disputa.

Es una especie de remolino que está llevando al país a una especie de deterioro en sus condiciones económicas que no tenía precedente. Probablemente, bueno, probablemente no, el responsable de esta crisis es Nicolás Maduro, pero probablemente el inicio de la misma tenga que ver con el ensañamiento del gobierno de Maduro hacia el sector petrolero, que lamentablemente en nuestro país, la realidad es que somos muy dependientes del petróleo: el 96% de nuestros ingresos provienen del petróleo y Maduro, en sus ansias de controlar todas las instancias de poder y todas las instituciones, inició desde el mismo 2014 una ofensiva contra PDVSA para tomar el control de la industria que era en ese momento la quinta empresa más grande del mundo, con una producción de 3 millones de barriles diarios de petróleo y que a mí me tocó conducir durante 12 años.

Hoy día está en ruinas, es verdaderamente la ruina de una gran empresa y eso ha hecho que haya colapsado el ingreso petrolero, sumado a una cantidad de decisiones económicas que se postergaron y no se tomaron. Hoy en día la situación de padecimiento económico y social de nuestro pueblo no tiene nada que envidiar a ningún gobierno neoliberal, ni a ningún paquetazo de los más graves.

Tenemos una situación de una superinflación que el año pasado superó los 1.7 millones. Por cierto, nadie ha confrontado una inflación como ésta. La moneda, el Bolívar, desapareció como moneda de curso legal. Los salarios no valen nada. Los ingenieros de PDVSA ganan 10 dólares al mes. En este periodo se han afectado todas las conquistas sociales que nosotros alcanzamos en el periodo del presidente Chávez.

Aunado a esto, el gobierno ha instalado un gobierno de terror, de miedo, de persecución. Yo mismo soy víctima de persecución. Ya llevo un año y medio exiliado de mi propio país. Han judicializado la política, es decir, han utilizado las fiscalías y el Poder Judicial para castigar la disidencia política y no hay espacio para el debate ni la rectificación ni el juego democrático en nuestro país.

Yo creo que estamos al borde de no sólo de un colapso que yo creo que ya sucedió, sino al borde de una situación de confrontación y de consecuencias terribles para nosotros.

Usted tuvo acceso a la información sobre los ingresos de Venezuela por la bonanza petrolera. ¿Tiene cifras?

En nuestro periodo, gracias a las reformas fiscales que se hicieron con la nacionalización del sector petrolero, logramos captar como ingreso petrolero 500 mil millones de dólares, como ingreso petrolero en un periodo de 10 años. Esos son los números que yo tengo auditados durante el periodo del gobierno de presidente Chávez.

¿De 2003 a 2013?

De 2003. Sufrimos el sabotaje petrolero en 2002 y 2003 y nuestra producción llegó a 23 mil barriles de petróleo. Digamos que nosotros ya teníamos estabilizado el negocio petrolero en 2014 propiamente y lo mantuvimos muy bien hasta que yo salí de la empresa, en 2014, justamente 10 años de prosperidad tuvimos en el sector.

Luego usted pasó a la cancillería.

Si, cuando Maduro, me relevó de mis responsabilidades del sector petrolero. Me saca a la cancillería y me voy a las Naciones Unidas en donde me toca ocupar el puesto del Consejo de Seguridad, pero Maduro tenía las intenciones de tomar el control de PDVSA desde el mismo momento en que el presidente Chávez murió. Así me lo dijo y yo, por supuesto, me negué a ello porque me parecía muy irresponsable, y Maduro no conocía, no estaba valorando lo importante de la industria petrolera y me parecía muy irresponsable comenzar una repartición de puestos y comenzar a jugar en temas tan sensibles para el país.

Finalmente lo hizo puesto que él era el presidente y vea las consecuencias que tuvimos.

Usted renunció en 2017.

Yo renuncié a mi puesto en las Naciones Unidas el 4 de diciembre de 2017 e inmediatamente que renuncié, [Maduro] se vino contra mí con una avalancha de acusaciones, de señalamientos de todo tipo. No me han dado el derecho de defenderme, no han levantado ninguna prueba en contra mía, pero querían inhabilitarme a nivel político, porque yo estaba aspirando a ser candidato del chavismo en las elecciones que después Maduro ganó [en 2018], puesto que eran unas elecciones manipuladas por él.

¿Puede usted entonces asegurar que la crisis de desabasto de medicinas, insumos médicos, alimentos, artículos básicos que hay en Venezuela es porque Maduro dilapidó los ingresos de la bonanza petrolera?

Yo ocupé la Vicepresidencia económica por apenas 5 meses y en esos 5 meses le advertí a Maduro, con el conocimiento que tenía del manejo económico que tenía del país, que eso iba a suceder. Por ejemplo, el tema cambiario era insostenible. Teníamos un tipo cambio absurdo de 4,5 bolívares por dólar cuando el paralelo estaba en 90 en aquel momento. Ahorita el paralelo está fuera de control absolutamente. Y yo eso lo veía y le decía [a Maduro] que promoviéramos una política de ahorro porque yo lo preveía. Y aunque no iba a colapsar, en ese momento se podía caer.

Le hice 18 documentos al respecto y Maduro no les prestó atención de manera irresponsable. Pero además había grupos que ascendieron al poder con él y han hecho grandes fortunas, que se han beneficiado de la tragedia del pueblo.

Yo en el último año que estuve en PDVSA, fue agosto de 2014, le entregué a Maduro 45 mil millones de dólares. Los entregué netos. Fondos netos de PDVSA para que él dispusiera y pudiera resolver la crisis, pero lo dilapidaron. Ese dinero se lo llevaron y al final no resolvieron ninguna de las carencias de pueblo venezolano.

¿Estos 45 mil millones de dólares fueron entregados en 2014 a Maduro?

Sí, fueron entregados a él. Netos, sólo que tomara para pagar sueldos y eso, pero netos en una caja de guerra para que resolviera la crisis, porque yo entendía que PDVSA, que es la empresa más importante del país, tenía que hacer un esfuerzo extraordinario, como hicimos en su momento con el presidente Chávez cuando había crisis en el país. Pero Maduro desaprovechó esa oportunidad. Maduro colocó en los sitios donde se administraban las divisas a gente de su entorno muy cercano a familiares, gente cercana a él sin la capacidad para hacer frente a la situación que se nos venía encima y sin la probidad para manejar esos recursos.

En este panorama general, ¿cómo percibe el trabajo desplegado por la oposición?

Creo que la oposición política venezolana ha cometido muchos errores y sigue cometiendo muchos errores, porque el problema fundamental es que, por lo menos, la dirigencia de esa oposición no reconoce la existencia del chavismo como un bloque histórico.

Entonces ellos son muy sectarios. Por ejemplo, en esta situación de Maduro, la situación actual, yo reconozco el rol que ha jugado Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, y bueno es el único órgano electo por el pueblo que queda. Pero no es suficiente la presencia de Guaidó.

Ellos tienen que entender que no se trata de: ‘Quítate tú para ponerme yo”. Tiene que ser: Yo propongo y he propuesto un hombre que esté representado a todo el país en una junta patriótica, donde esté la oposición, el chavismo, los militares, los sectores de la sociedad civil como hicimos en 1958 para derrocar a [Marcos] Pérez Jiménez (dictador).

Mi padre [Rafael Darío Ramírez Coronado] estuvo en la resistencia contra la dictadura y lo que movilizó al pueblo contra el dictador, que era un líder militar, fue una junta patriótica que representaba a los socialdemócratas, a los comunistas, a los democristianos, a los militares y todo el mundo se unificó para enfrentar la situación. Y después, que es lo que yo propongo, convocamos a elecciones. El país tiene que tener un periodo de un año, o un año y medio, para restablecer algunas condiciones mínimas, sobre todo en el ámbito de los derechos políticos de la gente y entender la crisis humanitaria y luego ir a elecciones.

Guaidó y Estados Unidos han dicho que todas las opciones están sobre la mesa, incluida la de una intervención militar estadounidense. ¿Se llegará a esa vía?

Eso sería un error histórico, un error terrible que se cometería. Primero que todo, yo como venezolano y como patriota estoy en contra de cualquier intervención militar extranjera en el país. Yo creo que eso va a ser un error, no sólo contra Venezuela, sino contra toda la región, porque bueno Venezuela no es Panamá (invadida por EU en 1989), y se desataría un conflicto que inmediatamente se va a propagar en Colombia y se va a propagar hasta el Ecuador.

Venezuela, no es un país fácil, es un país de 30 millones de habitantes con más de un millón de kilómetros cuadrados, pleno de recursos y pleno de territorio. Eso sería un gran error. Yo creo que nosotros debemos asumir, los venezolanos, la resolución de nuestros propios problemas y deben respetar nuestra soberanía y nuestros principios, porque lo importante no es salir de Maduro. Es importante y es cuestión de tiempo. Lo importante es cómo se sale de Maduro, qué pasa al día siguiente de la salida de Maduro.

Si nosotros mañana nos ponemos todos de acuerdo y Maduro sale, va a ser una tarea dificilísima que debe confrontar la situación petrolera, la situación social. Se espera que vuelvan más de tres millones de jóvenes al país. Hemos perdido médicos, ingenieros, capital humano valiosísimo.

Entonces hay que buscar un acuerdo, pero hay que hacer las cosas bien, tiene que ser algo legítimo, que le dé legitimidad al futuro que se quiere construir sobre el país, no puede ser ningún golpe de mano.

No puede ser ninguna intervención, tiene que ser algo valedero. Yo vi, en el Consejo de las Naciones Unidas, la tragedia del pueblo sirio y libio. Ahorita son países que están despojados y no es eso lo que queremos para el país, ni para la región.

¿Usted cree que hay intervención cubana en los asuntos internos de Venezuela?

Yo fui el responsable junto con el presidente Chávez, de manejar la cooperación, social sobre todo con Cuba. Hicimos un gran esfuerzo en las misiones sociales y todo eso. Ahora con el gobierno de Maduro, me llega información a mí de todas partes de que bueno, la presencia cubana es violatoria de nuestra soberanía y ellos tienen una gran influencia en el tema militar.

Yo no he sido testigo de ello, porque he estado fuera del país durante los últimos tres años en las Naciones Unidas y ahora me llega la denuncia de los propios militares de la injerencia extranjera en nuestros asuntos incluyendo la cubana y es lamentable, porque el presidente Chávez no hubiera permitido que esto sucediera.

Permítame ser puntual, preciso y riguroso periodísticamente. ¿En el gobierno de Chávez comenzó esta presencia importante masiva de los cubanos en Venezuela?

En el ámbito militar, no. En el ámbito de la cooperación, sí. Nosotros tuvimos los programas sociales, de alfabetización, de educación media, los médicos cubanos que fue importante en nuestro país, pero militar no, de ninguna manera. Chávez no lo hubiera permitido. El presidente Chávez era un militar muy nacionalista y muy cauteloso de la soberanía de país. Además, desde el punto de nuestras instituciones de las Fuerzas Armadas le hace mucho daño la presencia de factores extranjeros dentro de la institución.

Y esos pactos extranjeros de cooperación económica y en salud, y otra serie de factores deportivos y otros factores, ¿no sirvieron para la infiltración cubana, de elementos de la inteligencia cubana en Venezuela?

Bueno que yo tenga constancia de eso no, no lo podría decir.

¿Cree que Estados Unidos ha tenido un papel positivo en la crisis de Venezuela o cree que la clave es la venezolanización de la solución

Sí, a mí me parece un término excelente. Debemos poner primero el término de la ‘desmadurización’ del país, porque Maduro ha involucrado al país en una dinámica terrible, que nunca habíamos tenido en el país. Nosotros hemos tenido en el país de posiciones políticas muchas veces diferentes, pero nunca habíamos llegado a esto.

En cuanto a la injerencia extranjera, sea rusa, sea americana, sea lo que sea, nosotros los venezolanos debemos de ser capaces de resolver nuestros propios problemas. Yo creo que se está evidenciando esta actividad sobre todo en Estados Unidos, es la debilidad de la oposición venezolana. Yo invito a la oposición venezolana a que nos veamos entre nosotros mismos, porque este tema de Maduro que ha sido un terrible accidente histórico, debemos resolverlo entre nosotros los venezolanos.

¿Esa actitud de la oposición venezolana ha dañado a América Latina?

Claro. Justamente mi comentario iba en ese sentido. Obviamente en Sudamérica sobre todo ha habido un viraje hacia la derecha en cuanto a los gobiernos de la región y lamentablemente han tenido una visión más extrema sobre los propios asuntos.

Yo creo que a la región no le conviene un conflicto en Venezuela, más allá de algunas oposiciones o choques porque el gobierno de Maduro ha tenido muchos errores en la conducción de su política externa, una política externa de confrontación de insultos.

En eso debemos ser muy respetuosos. Pero yo creo que la región debe entender que a nosotros no nos conviene que, en nuestra región, que es de paz, no nos sirve un conflicto como los que se viven en África o Medio Oriente.

Quiero hacer un comentario en cuanto a la posición de México. Creo que la posición de México, de Uruguay [de no reconocer a Guaidó] en la región son muy importantes y son muy válidas, México es un gran país y puede jugar un rol muy importante como interlocutor por la paz de la región. El que toma medidas a favor de un bando o de otro, sencillamente se inhabilita como interlocutor para lo que debe ser una transición en paz hacia una oportunidad distinta.

En ese sentido, quiero saludar la posición de México y Uruguay y lo he dicho públicamente, pero ya que estoy hablando con un medio mexicano quería resaltarlo.

Pero también México decidió reconocer al gobierno de Maduro. Eso es tomar posición de una u otra manera con respecto a uno de los dos bandos.

Bueno, de alguna manera. Pero no hay una cuestión hegemónica a favor de uno de los bandos y esto va a ayudar a un gran balance, México es un gran país, tiene un historial diplomático tremendo.

¿Cuánto tiempo más aguanta esta crisis en Venezuela?

Creo que para mucha gente en Venezuela tanta crisis terminó en una desgracia, los que han muerto, los que han salido del país, la falta de medicina ya esto es inaguantable.

La gran pregunta es cuánto tiempo más se sostiene Maduro en el poder. Yo creo que Maduro es un muerto que camina. Tenemos que buscar el camino, sin que se haga más daño del que ya se ha provocado en el país.

Estoy seguro de que al final se impondrá la razón por encima de otro interés mezquino en todo el pueblo venezolano y desde los chavistas y hasta oposición vamos a poder conducir nuestros propios asuntos. Yo estaré aquí siempre para ayudar y participar espero volver a mi país tan pronto las circunstancias me lo permitan.

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