San José. — Más de 22 años después de que el huracán Mitch atacó implacable a Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala y atizó la migración irregular a México y Estados Unidos, una mortal mezcla de tragedia natural y debacle sanitaria—Eta y Covid-19—se confabuló en Centroamérica al cierre de 2020 y agudizó una profunda crisis socioeconómica regional con un riesgo inmediato: más movilización humana ilegal.

Layasiksa, pueblo caribeño del norte de Nicaragua, reportó que 166 de sus 169 casas quedaron destruidas y tres con daños parciales, según activistas nicaragüenses de derechos humanos que describieron una situación “inhumana” de hambre y desolación.

Quejá, caserío montañoso del área norcentral de Guatemala, quedó sepultado por las inundaciones y derrumbes y la búsqueda de víctimas fue suspendida ayer, luego de que los socorristas intentaron abrirse paso por lodo, piedras y árboles.

“Honduras vive la peor de las crisis que hemos enfrentado en nuestra historia moderna”, narró el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, en un mensaje el domingo. “Dos eventos que amenazan nuestra vida y nuestra economía: el Covid y los efectos devastadores de Eta que nos ha dejado en varias zonas del país”, relató.

Eta, que atacó desde el 2 de noviembre a Centroamérica y penetró con fuerza a tierra para retornar al mar Caribe rumbo al norte de América, dejó más de 200 muertos de Panamá, por el sur, a Guatemala, por el norte.

El paso del ciclón por 10 de los 22 departamentos (estados) de Guatemala se saldó con más de 518 mil personas afectadas, damnificadas, en riesgo y en albergues, más de 24 mil viviendas en peligro o daños severos, leves o moderados, 142 carreteras destruidas o con destrozos diversos y 37 puentes, 120 edificios y 32 escuelas con afectaciones variadas.

“No hace falta ser un genio para advertir que habrá una migración fuerte”, alertó la hondureña Karla Rivas, coordinadora de la (no estatal) Red Jesuita con Migrantes Centroamérica, de Honduras, al recordar que Mitch generó una oleada migratoria, de 11 mil a 20 mil muertes y pérdidas por unos 8 mil millones de dólares.

Al narrar que el embate de Eta fue especialmente intenso en el norte de Honduras, Rivas dijo a EL UNIVERSAL que los números de esa zona “siempre” la ubican “a la cabeza de la migración” como fuente de viajeros irregulares que, por desempleo, inseguridad y otros fenómenos, engrosan las corrientes humanas a México y EU. “Si juntamos Covid y Eta, la gente saldrá huyendo. Será un escenario complicado. Prevemos un pico fuerte de migración económica, como con Mitch”, señaló.

La Universidad Johns Hopkins, institución privada de educación superior de Estados Unidos que lleva el registro diario del coronavirus, precisó ayer que Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá sumaron 515 mil 565 casos de la enfermedad, con 12 mil 144 decesos.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) pronosticó que, por impacto indirecto de la pandemia, el desplome o la contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de Centroamérica en 2020 será del menos 6.2%. El registro negativo más severo será en El Salvador, con 8.6%, seguido por Nicaragua, con 8.3%, y Panamá, con 6.5%, y en Honduras llegará al 6.1%, en Costa Rica al 5.5% y en Guatemala al 4.1%.

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