Miles de personas se zambulleron
el martes en el agua fría del mar del Norte para celebrar el Año Nuevo en Holanda en donde la víspera una gigantesca hoguera sembró el caos.
Como es tradición, el 1 de enero se organizó una zambullida multitudinaria en todo el país en las aguas de no más de 7 ºC del mar del Norte.
"Fue glacial", se exclamó Hillary, una inglesa de 28 años, en la playa de Scheveningen, barrio balneario de La Haya en donde 10 mil personas se bañaron, según los organizadores.
Las calles de Scheveningen tienen todavía los rastros del caos que provocó una fogata que terminó descontrolándose la noche del lunes.
Una hoguera playera hecha con una pila de paletas de madera de 40 metros de altura se vio avivada y terminó fuera de control por las fuertes ráfagas de viento, lo que generó una lluvia de brasas y chispas en todo el barrio.
Las brasas y chispas provocaron varios incendios sin que se registraran víctimas, en medio de una ciudad en donde se escuchaban los fuegos artificiales lanzados por sus habitantes.
Los holandeses festejan todos los años el cambio de año con detonaciones ensordecedoras y discontinuas de fuegos artificiales en cada esquina.
En Enschede (este) un hombre fue hallado muerto poco después de medianoche luego de una explosión "gigantesca", según testigos. Otro murió en la localidad de Morra, probablemente al margen de los disparos de fuegos artificiales según la policía.
Otras dos personas también fallecieron, aunque de momento se desconoce si fue en relación a los festejos.
lsm