Andaba por las calles de Puerto Rico con sus pantimedias raídas, unas faldas cortas y una toalla vieja que le envolvía el cabello rebelde como un velo.
Unos días se llamaba Alicia, otros Neulisa, otros Alexa: era una mujer transgénero, pobre, de ascendencia africana.
Vivía en la calle y, según quienes la conocieron, padecía desde hacía tiempo desórdenes mentales.
En la tarde del domingo, su nombre y sus fotos se hicieron virales en las redes de la isla luego de que le llamaran a la policía porque entró a un baño de mujeres en un McDonald's en el poblado de Toa Baja, en el oeste de San Juan.
"Algunas personas que estaban allí, en vez de asumir que era una mujer transexual, denunciaron que había un hombre disfrazado de mujer en el baño de mujeres y que representaba un riesgo para las que estaban allí", le cuenta a BBC Mundo la abogada y activista Amárilis Pagán.
"Eso provocó que a través de las redes sociales se disparara la discriminación y durante todo el día estuvo corriendo por las redes sociales una foto de Alexa en el restaurante y también un llamado a que se hiciera algo contra ella", agrega la también portavoz del Comité Amplio para la Búsqueda de Equidad (CABE) de Puerto Rico.
A la mañana siguiente Neulisa Luciano Ruiz, de 28 años, apareció muerta en un descampado, acribillada a balazos.
Su asesinato generó una ola inusitada de rechazo en la isla caribeña e incluso el gobierno reaccionó para condenar lo sucedido y pedir que se investigue como un "crimen de odio" y un acto de "violencia contra la mujer".
"Todo apunta a que es un crimen de odio y así mismo se va a tratar, con esa rigurosidad para que esas personas que permitieron este cruel asesinato de la manera que todo Puerto Rico lo vio, que respondan", afirmó la gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez.
Organizaciones feministas llamaron a una movilización el próximo sábado, mientras la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín, ordenó que las banderas en la capital se ondearan a media asta en señal de duelo.
"En el municipio de San Juan hemos ordenado bajar las banderas a media asta en todas nuestras dependencias para honrar la memoria de Alexa, denunciar la transfobia y exigir que se haga justicia en este terrible crimen de odio", indicó en un comunicado.
El incidente llegó incluso a la campaña de los aspirantes a la nominación del Partido Demócrata para pelear por la presidencia de Estados Unidos: la senadora Elizabeth Warren llamó a proteger a las mujeres transgénero y condenó la "epidemia" de violencia contra ellas.
Según información recopilada por el CABE, Alexa nació en 1991 en el municipio de Carolinas, cerca de San Juan, en el seno de una familia pobre y disfuncional.
"Aparentemente, era del tipo de persona trans que son expulsadas del seno familiar o que han sufrido violencia, incluida sexual, dentro de la propia familia", indica Pagán.
Tras su asesinato, varias personas que la conocieron contaron en redes sociales haberla visto caminar por varios municipios de Puerto Rico.
"Era una persona sin hogar que tenía condiciones de salud mental y deambulaba por distintas zonas. Aquí es preciso explicar que ser transgénero no es una condición de salud mental, aunque hay personas transgéneros, como parece ser este caso, que dada la violencia que han sufrido pueden padecer condiciones mentales", agrega.
Casi siempre andaba con una bolsa con sus pocas pertenencias y un espejo retrovisor de un auto, con el que solía mirar atrás: un objeto que, sin ella saberlo, conduciría a la serie de altercados que llevó a su muerte.
Varias publicaciones en redes sociales que aludían a un "hombre disfrazado de mujer" colado en un baño en el Macdonald's de Toa Baja se hicieron virales en Puerto Rico desde el domingo.
Según las denuncias, la persona "disfrazada" había utilizado un espejo para "mirar las partes íntimas" de otras mujeres en el baño.
Pagán considera que se trató de una confusión por el hecho de que Alexa, como muestran varias fotos que circularon después, caminaba casi mirando siempre al espejo retrovisor que llevaba consigo.
"Es un comportamiento que quizás responda a traumas que vivió asociados a hechos de violencia, a su propia condición mental o un estrés postraumático, por los que al parecer, para sentirse segura, necesitaba mirar qué pasaba detrás de ella por temor a ser atacada", opina.
La policía acudió al restaurante de comida rápida, pero al constatar la situación, dejó irse posteriormente a Alexa.
"Trans, negra, pobre, con síntomas de una enfermedad mental y sin hogar... rompía todos los esquemas de quienes van a ese restaurante, de ahí que no es extraño que hayan llamado a la policía", considera Pagán.
BBC Mundo intentó contactar con McDonald's para conocer su posición sobre el incidente y sobre el uso de los baños en sus instalaciones por personas transgénero, pero no obtuvo respuesta inmediata.
La policía de Puerto Rico anunció el descubrimiento del cadáver el lunes en la mañana, aunque los primeros reportes hablaban de un hombre muerto a balazos.
Más tarde, organizaciones de defensa de los derechos LGBTI corrigieron que se trataba de una mujer transgénero.
Un video que comenzó a circular en las redes sociales y que parece haber sido grabado por los propios agresores fue difundido por medios locales.
BBC Mundo no pudo verificar de forma independiente la autenticidad de la grabación, pero la gobernadora de Puerto Rico pareció confirmar de forma indirecta que reflejaba el momento del crimen.
"Un cruel desempeño el de estas personas… quitarle la vida de esa manera, grabarlo y la falta de sensibilidad. Estas personas tienen que ser llevadas ante la justicia lo antes posible", comentó Vázquez.
En la grabación tomada con celular se escucha a varios hombres conversar mientras orientan la cámara del celular hacia una persona en una tienda de lona que muestra similitudes con Alexa: tiene la misma ropa que se le vio en los videos de la tarde, con una toalla en la cabeza.
"Mira, la loca", dice uno de los hombres y otro lo corrige: "el loco, el loco…"
La conversación sigue. "Vamos a entrarte a tiros", se le oye decir al primero. Y el segundo también amenaza con agredirla.
Luego se escuchan lo que parecen ser disparos con alguna especie de silenciador.
"Lo terrible del asesinato no fue solo que ocurrió, sino que fue grabado en video y se difundió en redes sociales", considera Pagán.
"Este video lo que revela es una mentalidad terriblemente transfóbica y contiene los elementos de lo que podría considerarse como un crimen de odio, que es aquel que se comete contra una persona en virtud de lo que esa persona es y que muestra el odio de la persona que comete el delito", añade.
Las autoridades de Puerto Rico no han ofrecido detalles sobre el caso ni han confirmado la detención de los presuntos agresores.
"Pedimos que se nos dé un espacio para recibir las confidencias y corroborar las informaciones relacionadas con los hechos", le dijo a BBC Mundo una portavoz del Negociado de la Policía de Puerto Rico.
Sin embargo, la prensa local asegura que varios hombres han sido detenidos e interrogados en los últimos días
La policía de la isla ha estado en el foco de los cuestionamientos por el manejo del caso desde sus inicios.
"En el incidente en el restaurante de comida rápida, se llamó a la policía, pero nunca revelaron el resultado de esa investigación", indica Pagán.
"En Puerto Rico hay reglamentos que requieren que cuando hay situaciones con personas trans o con condiciones de salud mental hay unos protocolos que se aplican para la protección de esas personas. La policía no salió a aclarar qué fue lo que pasó en el restaurante, lo que podría haber calmado las redes sociales", agrega.
La portavoz del CABE considera que en la isla las personas transgénero, como suele pasar en Latinoamérica, sufren frecuentes estigmatizaciones y discriminación.
"Tenemos un sector religioso fundamentalista radical que sigue con el discurso de que las personas trans van contra las leyes de Dios y eso tiene una influencia en la forma en la que son vistas", señala.
De acuerdo con la experta, si bien una persona trans puede solicitar un cambio de sexo en el registro civil tras presentar su caso en el tribunal de distrito federal correspondiente a Puerto Rico, ahora las autoridades de la isla discuten un nuevo código civil que anula esta posibilidad.
"Se supone que también pueden hacer cambios en la licencia de conducir, pero en la práctica se les hace muy difícil por los trámites", considera.
Según Pagán, muchas personas transgénero en la isla experimentan situaciones de discriminación en sus hogares y escuelas que los hacen salir antes de tiempo del sistema educativo y muchas veces no saben ni leer ni escribir.
"Al ser expulsados de sus familias, muchas personas caen en redes de trata humana o se ven obligadas a ser trabajadores sexuales como forma de supervivencia", señala.
En Puerto Rico no hay hospitales o médicos que realicen operaciones de reasignación de sexo y muchas personas transexuales recurren frecuentemente a tratamientos de hormonas fuera del sistema de salud.
"Esto los expone a un riesgo enorme con sustancias que pueden no ser incluso hormonas y muchos han experimentado situaciones muy graves", señala.
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