Barcelona/Madrid.— Tras varios meses de bloqueo político, el Parlamento catalán convocó “in extremis” para hoy una sesión para tratar de investir jefe del Ejecutivo regional a un nuevo candidato, el independentista Jordi Turull, ante la posibilidad de que la Justicia lo envíe el viernes a prisión.
El pleno, que se celebrará a las 17:00 horas locales, fue convocado después de que el presidente de la Cámara catalana, el separatista Roger Torrent, improvisara anoche una ronda urgente de contactos vía telefónica con los grupos parlamentarios. “Son los diputados y diputadas de esta Cámara los que decidirán si Jordi Turull será el próximo presidente del gobierno de Cataluña”, dijo.
El candidato será investido previsiblemente en una primera votación ya que se espera que le den su apoyo las tres fuerzas separatistas —Junts per Catalunya (JxCAT), Esquerra Republicana (ERC) y la Candidatura de Unidad Popular (CUP)—, que suman mayoría absoluta.
“Un honor inmenso... Trabajaré sin descanso por el progreso y la protección de los 7.5 millones de catalanes, sus derechos, su libertad y sus mandatos democráticos. Con diálogo con todos y para todos”, expresó Turull en Twitter tras conocerse su candidatura.
Turull es uno de varios ex funcionarios que enfrentan posibles cargos por rebelión que se castigan hasta con 30 años de cárcel con relación al intento del Parlamento regional de separar a Cataluña de España el año pasado. El juez del Tribunal Supremo que está a cargo de la investigación anunció ayer mismo que planea emitir mañana acusaciones formales.
Si el juez Pablo Llarena acusa a Turull de rebelión, también podría prohibirle ocupar un puesto público e incluso enviarlo a la cárcel a la espera de un juicio. Al elegir a un candidato con perspectivas tan pobres, los partidos catalanes pro independencia preparan el terreno para una confrontación con Madrid y la oposición.
Horas antes, el hasta entonces candidato a presidente de de los separatistas, Jordi Sánchez, se hizo a un lado para facilitar la formación de gobierno. El nuevo candidato, de 51 años, es el “plan C” de los separatistas para formar gobierno en Cataluña tras las elecciones regionales celebradas en diciembre, en la que obtuvieron mayoría absoluta. Desde entonces, trataron de investir sin éxito a Carles Puigdemont, prófugo en Bélgica, y después a Sánchez, en prisión provisional.