M iami.— En el panorama político estadounidense el caso de Hunter Biden se ha convertido en un foco de atención, con implicaciones que van más allá de las salas de los tribunales y se adentran en el terreno de la política partidista.
“A medida que nos acercamos a las elecciones presidenciales de 2024, este caso no sólo representa un desafío legal para el hijo del presidente Joe Biden”, comenta el analista y politólogo Pablo Salas, desde Florida, a EL UNIVERSAL. “También se ha convertido en una herramienta estratégica para los republicanos en su intento de descarrilar las aspiraciones electorales del presidente Biden”, dice.
Un gran jurado de Los Ángeles abrió el jueves una causa judicial en contra de Hunter, al señalar nueve delitos: seis menores y tres graves.
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Se suman al primer caso judicial en Delaware, también con cargos federales por haber adquirido en 2018 armas de fuego, violando una ley que le prohíbe a quienes consumen drogas poseer armas. Se negoció un acuerdo de culpabilidad en la primera mitad de 2023.
Sin embargo, el pacto, que habría permitido a Hunter evitar un juicio y recibir una sentencia más leve, se desmoronó ante la negativa de una jueza de distrito de Estados Unidos, reabriendo así la posibilidad de un juicio. “Estamos entrando a una temporada crítica y muy polarizada, los republicanos quieren recuperar la presidencia y se van a aprovechar de todo lo que tengan a su alcance”, aclara Salas. El gran jurado de Los Ángeles señala a Hunter como responsable de evasión fiscal entre 2016 y 2019, por 1 millón 400 mil dólares y, aunque el hijo de Biden había reconocido el delito fiscal para 2017 y 2018, incluso pagando una multa de un millón de dólares, sólo se le iba a acusar por delitos menores para evitar la cárcel; “ahora vuelve a estar en el banquillo de los acusados con posibilidades de ir a prisión”, dice el experto. “El caso de Hunter Biden ha sido (...) significativo en el contexto de las tensiones entre los dos principales partidos políticos de EU”, señala Salas, y asegura que los republicanos han visto en este caso una oportunidad de oro para atacar a la administración Biden, “sugiriendo conflictos de interés y cuestionando la integridad del presidente”.
Durante un podcast de su amigo, el músico Moby, Hunter aseguró que los republicanos buscan “matarlo”. Si falleciera “sería un dolor más grande del que mi padre podría soportar” y aseguró que los republicanos “están intentando de la manera más ilegítima, pero racional, destruir una presidencia”.
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La citación de Hunter al Congreso, programada para el 13 de diciembre, se percibe como un movimiento estratégico clave por parte de los republicanos. “Este escenario ofrece una plataforma desde la cual pueden articular sus críticas y posiblemente influir en la opinión pública de cara a las próximas elecciones. Pero se antoja también como una vendetta por las fuertes críticas desde la presidencia estadounidense y el Partido Demócrata contra el virtual candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump”, explica el politólogo.
“El hijo del presidente Biden quiere evitar que cualquier declaración hecha a puerta cerrada, puedan sacarla de contexto para atacar a su padre y a él mismo”, precisa Salas. “La aparición de Hunter en el Congreso prometería ser un evento de gran interés, en caso de que acuda; no sólo desde el punto de vista legal, sino también como un momento crucial en la política estadounidense”, subraya Salas.
“No perdamos de vista que las implicaciones legales para Hunter Biden, en este caso, resaltan la compleja relación entre la justicia, la política y la vida pública en EU”, dice el analista. “Lo que están intentando los republicanos es encontrar suficiente evidencia para intentar llevar a cabo un impeachment en contra del presidente Biden antes de las elecciones”, concluye Salas.