Miami.— El 15 de septiembre de 2023, Ovidio Guzmán López, hijo del famoso narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán, fue extraditado a Estados Unidos desde México para enfrentar una serie de cargos graves en su contra relacionados con sus actividades criminales dentro del Cártel de Sinaloa. Este evento marcó un hito en la cooperación entre las autoridades mexicanas y estadounidenses en la lucha contra el narcotráfico, porque simboliza un esfuerzo conjunto significativo contra el crimen organizado.
Su entrega refleja un compromiso compartido en combatir el tráfico de drogas y la violencia asociada, marcando un paso importante en la colaboración bilateral para desmantelar redes criminales transnacionales y enfrentar la crisis del fentanilo; especialmente en la Unión Americana donde en el año fiscal 2022 murieron cerca de 80 mil habitantes por sobredosis con fentanilo.
Guzmán López fue trasladado desde el penal de El Altiplano en México hasta Chicago, Illinois. En Estados Unidos, se enfrenta a una serie de cargos que incluyen narcotráfico, blanqueo de capitales y otros delitos violentos. Específicamente, se le acusa de liderar el Cártel de Sinaloa, que ha estado involucrado en la producción de fentanilo, la droga más potente y peligrosa que jamás había causado tantos muertos.
Pero además de los cargos de narcotráfico, Guzmán López, alias El Ratón, “también está acusado de delitos contra la salud, tráfico de sustancias como metanfetamina, cocaína y marihuana, portación de arma de fuego e incitación al crimen”, señala desde Texas el especialista en el tema, Guillermo Alberto Hidalgo. “También que se le acusa de sobornar a funcionarios en ambos lados de la frontera y de llevar a cabo asesinatos y secuestros”.
¿Cooperación con las autoridades de EU?
Hasta la fecha, no hay información pública que indique si Guzmán López cooperará con las autoridades estadounidenses para ayudar a detener a otros líderes del narcotráfico. Sin embargo, la cooperación entre México y Estados Unidos en este caso ha sido destacada por varias autoridades, incluyendo al fiscal general de Estados Unidos, Merrick B. Garland.
“Lo primero que hay que decir es que Ovidio no va a delatar a su tío Aureliano Guzmán, alias El Guano, porque, aunque no se llevan bien y más bien son enemigos, no dejan de ser familia”, explica Hidalgo.
El Guano ha sido muy escurridizo y las autoridades no han podido detenerlo, pero está en la lista de la Agencia para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés). “Tampoco va a delatar a sus hermanos, Los Chapitos, ni a Ismael El Mayo Zambada, quien a sus 75 años nunca ha podido ser ubicado y detenido y quien lidera junto con los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán el Cártel de Sinaloa.
En cambio, a decir del experto en seguridad binacional y narcotráfico, Ovidio sí podría dar información de algunos miembros de otros cárteles. “Podría llegar a decir algo contra Nemesio Oseguera, El Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación [CJNG], de quien se sabe que está muy enfermo y que, incluso hay versiones de que podría estar muerto”.
De acuerdo con reportes de la DEA, detrás de El Mencho están Gonzalo Mendoza Gaytán, alias El Sapo, como el segundo a bordo del CJNG y Audías Flores Silva, alias El Jardinero, como el más seguro sucesor de El Mencho.
Los fiscales de EU
“En este caso [de Ovidio Guzmán] los que tienen la pelota en su cancha son los fiscales estadounidenses porque si ofrecen algo que pudiera reducir la condena de Ovidio, creo que éste podría ayudar de manera considerable a judicializar casos contra miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación”, explica Hidalgo.
El fiscal Anthony Thomas Aminoff y su equipo legal, quienes llevan el caso desde 2018, cuando presentaron los cargos contra Ovidio Guzmán, esperan que la audiencia sea muy reveladora; la próxima presentación de alias El Ratón frente a un juez está programada para el 18 de marzo.
Sin embargo, de acuerdo con Hidalgo, de nada serviría que Ovidio Guzmán coopere de alguna manera con la fiscalía estadounidense, “porque el gobierno de México no va a colaborar como debe ser con Estados Unidos”.
Es decir, continúa, “si las declaraciones de Ovidio siembran una duda razonable, creíble, de vínculos entre miembros de la administración federal de México con cárteles de la droga, mientras trata de explicar, por ejemplo, algunas de las situaciones críticas relacionadas con la capacidad de fabricación de fentanilo y movilidad en México, el presidente [Andrés Manuel] López Obrador va a ser el primero en tratar de desacreditarlo y más aún ahora con elecciones en puerta”.