El atropello mortal de dos personas en la India por parte de un joven de 17 años, al volante de un Porsche, ha desatado una fuerte polémica sobre la desigualdad y el trato privilegiado de la justicia hacia las clases más pudientes.
El menor, hijo de un adinerado promotor inmobiliario de la ciudad occidental de Pune, arrolló el pasado domingo a dos personas que viajaban en motocicleta, informó el diario Indian Express.
Las imágenes del coche deportivo gris, con la luna destrozada y sin placa de matriculación, han dado desde entonces la vuelta a la India.
También ha servido para azuzar la polémica, reportó la televisión delhí NDTV, un vídeo capturado por las cámaras de seguridad en un bar de la ciudad, situada en el estado de Maharashtra, que muestran al conductor del vehículo bebiendo de madrugada junto a varios amigos.
"La indignación pública es enorme", reconoció el jefe de Gobierno adjunto de Maharashtra, Devendra Fadnavis, el pasado martes durante una rueda de prensa desde la ciudad de Pune.
Rodeado por altos cargos de la Policía local, Fadnavis criticó con tibieza la decisión de la Junta de Justicia de Menores de conceder la libertad bajo fianza al joven tras pasar 15 horas detenido, con varias condiciones como la de escribir un ensayo sobre las normas de seguridad vial.
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El político afirmó que la Policía ha recurrido la decisión ante un tribunal de distrito, con la intención de que el joven autor del atropello sea tratado como un adulto debido a lo "odioso" del crimen.
El padre del menor trató luego de escapar al arresto, según afirmó en la rueda de prensa el comisario de Policía de Pune, Amitesh Kumar, gracias a un complicado plan que incluyó cambiar de coche en varias ocasiones.
Caso abre debate sobre la desigualdad entre clases sociales en la India
El incidente es, por un lado, uno más de los cientos de miles que ocurren cada año en las carreteras indias. Solo en 2022, según estadísticas del Ministerio de Transportes, 168.491 personas murieron y 443.366 resultaron heridas, unas cifras al alza con respecto al año anterior.
Pero el perfil ostentoso del coche y del conductor, así como la historia relativamente más humilde de dos víctimas mortales que trabajaban como ingenieros, han dado al incidente una dimensión política en medio de las maratonianas elecciones generales, que comenzaron el pasado 19 de abril y no concluirán hasta el 1 de junio.
El primer ministro, Narendra Modi, "está creando dos Indias, donde la justicia también depende de la riqueza", acusó ayer en un mensaje en vídeo compartido en la red social X Rahul Gandhi, uno de los principales líderes del opositor Partido del Congreso (INC).
"Si un conductor de autobús, de camión, de -los servicios de transporte privados- Ola o Uber o de autorickshaw matan a alguien accidentalmente reciben diez años de prisión", dijo Gandhi, "pero si alguien de 16 o 17 años perteneciente a una familia rica conduce un Porsche borracho, y mata a dos personas, le piden que escriba un ensayo".
Prakash Ambedkar, también político al frente del Vanchit Bahujan Aaghadi (VBA) y nieto del llamado 'padre de la Constitución' india, recurrió a X este miércoles para afirmar que las autoridades "se han puesto manos a la obra tras el clamor de todos los sectores, y no porque pensaran que era lo correcto".
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