Un grupo de 49 países más la Unión Europea (UE) firmaron este jueves una declaración conjunta en las Naciones Unidas para pedir "restablecer las normas democráticas en Venezuela", aunque no incluyó un llamado concreto a la ONU para que intervenga en la crisis.
La declaración, preparada en las últimas horas y leída por el canciller panameño, Javier Martínez-Acha, contó con ausencias muy notables como las de México, Colombia o Brasil, y tampoco la firmaron grandes potencias como China o Rusia ni casi ningún Estado africano.
Los firmantes recuerdan que "es hora de que los venezolanos comiencen discusiones constructivas e inclusivas para resolver el 'impasse' electoral", en alusión a los comicios presidenciales del 28 de julio pasado, cuyos resultados oficiales no han sido reconocidos por gran parte de la comunidad internacional por no haberse publicado las actas electorales de manera transparente.
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Asimismo, esos países se dicen "gravemente preocupados por las denuncias de violaciones a los derechos humanos", entre las que detallan "arrestos arbitrarios, detenciones, muertos y negación a garantías judiciales, así como tácticas de intimidación contra la oposición democrática".
Pese a que la declaración ha sido negociada en los pasillos de la ONU y ha sido leída a la entrada del Consejo de Seguridad, el canciller panameño reconoció que no se está trabajando conjuntamente en ninguna resolución sobre Venezuela, e incluso añadió que la postura de su país "es muy diferente a la de otros países" aunque compartan el principio general de que debe "restaurarse la democracia" en el país caribeño.
Preguntado por qué pueden hacer concretamente los organismos de Naciones Unidas para ayudar a superar la crisis, Martínez-Acha no respondió a la pregunta y se limitó a declarar que la ONU "está promoviendo la democracia, el imperio de la ley y el respeto de los derechos humanos".
Pese a que la crisis venezolana dura ya seis largas semanas, el tema aún no ha llegado al Consejo de Seguridad de la ONU -el máximo órgano ejecutivo-, y sólo ha motivado declaraciones del secretario general António Guterres, quien ha reclamado una y otra vez la publicación de las actas electorales completas y la necesidad de que se respeten los derechos humanos, sin entrar en la legitimidad o no de la reelección de Nicolás Maduro.
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