Durante su más reciente intervención ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), el embajador de México ante el organismo, Juan Ramón de la Fuente , denunció que la guerra entre Rusia y ha alejado de sus hogares a casi 2 millones de menores ucranianos.

Lee el discurso completo de De la Fuente ante la ONU acá:

"Toda la informarción disponible, nos confronta con un panorama francamente desolador. La realidad es que cada día que pasa, y en tanto el conflicto continúa, las tragedias aumentan y las necesidades humanitarias se multiplican.

México condena el reciente ataque a la estación de trenes de Kramatorsk, en el que perdieron la vida decenas de civiles que esperaban ser evacuados, incluidas mujeres y niños. Los ataques contra la población civil y la infraestructura civil, violan el derecho internacional humanitario y pueden constituir crímenes de guerra. Esta estación de trenes, se encuentra a solo un kilómetro de donde UNICEF operaba la entrega de ayuda humanitaria como nos han informado; es la misma estación por la que llegan los insumos que se requieren para otorgar dicha asistencia.

Las mujeres, niñas y niños de Ucrania están siendo los más afectados: representan el 90% de la población refugiada, y se encuentran en alto riesgo de tráfico y explotación. Las estimaciones de UNICEF, indican que son casi ya 2 millones de niños los que han cruzado fronteras, y muchos de ellos lo han hecho solos, no van acompañados; y aquellos que se han quedado con sus familias o están en proceso de ser evacuados, corren el riesgo de ser víctimas del uso de armas con defectos indiscriminados.

Tampoco debemos olvidar los severos impactos de corto y largo plazo que todo ello tendrá sobre la salud mental. Los traumas de la guerra, que sufren tanto menores de edad como adultos, pueden llegar a ser graves e irreversibles, señaladamente, familiares de víctimas mortales, sobrevivientes de ataques, desplazados y refugiados.

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Los daños causados a la infraestructura habitacional, educativa y sanitaria, oscurecen aún más el panorama. Las mujeres ucranianas han sido las primeras en responder a las necesidades urgentes de sus comunidades. Los testimonios de doctoras, enfermeras, sicólogas y voluntarias, que atienden a la población más vulnerable, como pueden ser las personas adultas mayores o con discapacidad, son ejemplos de solidaridad y al mismo tiempo, evidencia de las dimensiones humanas más sensibles del conflicto y quienes las están atendiendo: las mujeres.

Necesitamos que el sistema de las Naciones Unidas, y en particular ONU Mujeres, y la oficina de la representante especial, Pramila Patten, continúen recolectando evidencia, datos desagregados y análisis con enfoque de género sobre las múltiples dimensiones del conflícto, incluida, señaladamente, la violencia sexual. Se requiere toda la información verificada que se pueda.

En nuestra calidad de copresidente del grupo que lleva la agenda de Mujeres, Paz y Seguridad, habremos de convocar a reuniones de seguimiento para mantener el tema con la prioridad que se requiere. En adición al impacto diferenciado y al costo que han asumido millones de mujeres, es necesario aumentar su participación en el proceso político; urge incluirlas en todos los posibles canales de diálogo y negociación.

Ocurre que al igual que en el resto del mundo, las mujeres ucranianas son agentes de cambio fundamentales, y deben participar de manera plena, igualitaria y significativa en los procesos de toma de decisiones y en las negociaciones de paz.

Finalizo reiterando nuestro llamado a un cese inmediato de las hostilidades, al acceso irrestricto y sin condiciones de la ayuda humanitaria y a la búsqueda de una solución diplomática del conflicto sin exclusiones".

agv

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