Durante décadas, miles de niños indígenas de Canadá fueron separados de sus familias, apartados de su cultura y enviados a hogares de acogida donde muchos sufrieron múltiples formas de maltrato.
Ahora Canadá les pagará una indemnización a esos niños.
La nación norteamericana anunció este martes que destinará hasta US$31.000 millones en compensación para los niños y las familias indígenas que sufrieron abusos y discriminación mientras estaban en hogares de acogida del gobierno.
En septiembre, un tribunal confirmó un fallo de 2016 que determinó que el gobierno financió con menor presupuesto los servicios para las Primeras Naciones en comparación con los servicios para niños que no eran indígenas.
La corte le ordenó pagar 40.000 dólares canadienses (US$31.350 dólares) a cada niño que estuvo en el sistema de asistencia social después de 2006.
El gobierno inicialmente dijo que apelaría el veredicto, pero ante el intenso escrutinio público en el que se vio después del descubrimiento de más de 1.100 tumbas sin marcar en antiguas escuelas residenciales, su posición cambió.
Hasta 1996, el sistema de escuelas residenciales de Canadá separaba a los niños indígenas de sus familias y los enviaba a internados donde muchos sufrían desnutrición, palizas y abusos sexuales.
El sistema escolar fue parte de los intentos de que los niños indígenas asimilaran la cultura canadiense, obligándolos a abandonar sus lenguas nativas y convertirse al cristianismo.
El monto de la compensación del gobierno cubre el fallo de 2016, otras dos demandas y servirá para financiar reformas a largo plazo en el sistema de bienestar infantil indígena, según le dijo una fuente a la cadena de radio pública de Canadá CBC.
"El dinero no significa justicia; sin embargo, indica que estamos en un camino hacia la curación", dijo RoseAnne Archibald, jefa nacional de la Asamblea de Primeras Naciones, hace unas semanas, cuando se informó que el gobierno estaba dispuesto a pagar esa cifra.
"La magnitud del paquete de compensación es un testimonio de cuántos de nuestros niños fueron arrancados de sus familias y de sus comunidades", agregó.
Unos 150.000 niños de las Primeras Naciones, métis e inuit fueron hospedados en las escuelas, que funcionaron entre 1874 y 1996.
La política traumatizó a generaciones de niños indígenas, que se vieron obligados a abandonar sus lenguas nativas, hablar inglés o francés y convertirse al cristianismo.
Las iglesias cristianas fueron esenciales en la fundación y el funcionamiento de las escuelas.
La Iglesia católica en particular fue responsable de operar hasta el 70% de las escuelas residenciales, según la Sociedad de Sobrevivientes de Escuelas Residenciales Indias.
Hace un año, el Vaticano dijo que el papa Francisco había acordado visitar Canadá para ayudar con los esfuerzos de reconciliación.
Pero no se ha anunciado una fecha formal y el Papa no ha emitido una disculpa oficial por el papel de la Iglesia, a pesar de los repetidos llamados de los canadienses.
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