Washington.— La campaña del presidente Donald Trump ha pagado 3 millones de dólares por un recuento en dos condados de Wisconsin de amplia mayoría demócrata que fueron, dijo, escenario de las “peores irregularidades”, aunque no presentaron prueba alguna y los funcionarios electorales dijeron que no la había.
Trump pagó los recuentos en los condados de Milwaukee y Dane y planeaba presentar la documentación necesaria para realizar el recuento el miércoles, dijo la campaña. En los dos condados el demócrata Joe Biden se impuso por 755 mil 455 votos contra 213 mil 157.
En todo el estado Biden ganó por una diferencia de 20 mil 608 votos, según la suma de los resultados de los condados.
“El pueblo de Wisconsin merece saber si sus procesos electorales funcionaron de manera legal y transparente”, dijo el abogado Jim Troupis, de la campaña de Trump.
“Lamentablemente no se puede confiar en la integridad de los resultados electorales sin un recuento en estos dos condados y la aplicación de los requisitos de Wisconsin para las boletas enviadas por correo. No se conocerán los verdaderos resultados de la elección hasta que se cuenten las boletas legales”.
Una vez aprobado formalmente por el presidente de la comisión electoral, el recuento deberá comenzar entre el jueves y el sábado, y deberá estar terminado para el 1 de diciembre.
Históricamente los recuentos en Wisconsin y en todo país han resultado en cambios minúsculos En 2016, un recuento en Wisconsin le dio a Trump 131 votos adicionales. Trump ganó el estado por menos de 23 mil votos ese año y se opuso al recuento solicitado por la candidata del Partido Verde, Jill Stein.
Trump y otros republicanos han denunciado fraudes e irregularidades en la elección en Wisconsin, sin presentar pruebas.
El titular de la comisión electoral estatal y los funcionarios locales han dicho que no hubo denuncias importantes de problemas o delitos.
El equipo de Biden afirmó que que el recuento no cambiará los resultados y calificó la victoria del demócrata de “clara y rotunda”.
La estrategia legal de la campaña de Trump para cuestionar los resultados en varios estados clave no está dando resultados significativos, y este martes, la Corte Suprema de Pennsylvania les propinó un nuevo revés, al negar que las autoridades de Philadelphia hubieran gestionado mal el proceso de observación de la votación.
Mientras, Georgia planea anunciar los resultados de la auditoría estatal alrededor del mediodía de hoy, dijo Gabriel Sterling, encargado de la implementación del sistema de votación en el estado.
Aproximadamente 5 millones de personas votaron y Biden ganó por unos 13 mil votos. Los funcionarios electorales han dicho que la auditoría no ha encontrado un fraude generalizado y confirmará la victoria del demócrata.
Mientras, la secretaria de Estado de Arizona, la demócrata Katie Hobbs, denunció ser objeto de amenazas de muerte y culpó de ello al presidente Trump por su campaña para poner en duda la limpieza de las elecciones.
En una declaración publicada en su Twitter, Hobbs dijo: “Lo cierto es que ya estaba preparada para estas amenazas de violencia y fuertes críticas. He sido trabajadora social durante muchos años y puedo anticipar esta reacción cuando algunas personas se sienten impotentes y enojadas”. Según la secretaria de Estado, que fue una de las responsables de supervisar el conteo de votos en Arizona, Trump y sus aliados republicanos han “alentado” la desconfianza en el resultado.
Para dar la vuelta al resultado de las elecciones, la campaña de Trump tendría que imponerse en recuentos o demostrar ante los tribunales un fraude mayúsculo no solo en uno, sino en múltiples estados clave, algo extremadamente improbable. Según las proyecciones de los principales medios de comunicación, Biden superó con creces los 270 votos en el Colegio Electoral que dan las llaves de la Casa Blanca, con 306 frente a los 232 de Trump; pero el actual mandatario se niega a reconocer la derrota y tiene bloqueado el proceso de transición.