Más Información
Detienen a más de 50 policías municipales en Chiapas; son acusados de vínculos con el crimen organizado
Llega Navidad para choferes y repartidores; publican en el DOF decreto para derecho a seguro médico, indemnización y utilidades
Esto es lo que sabemos sobre la huelga de trabajadores de Starbucks en EU; estas son las condiciones por las que luchan
En plena Navidad, asesinan a Francisco Bañuelos, subsecretario de ganadería en Zacatecas; Fiscalía investiga los hechos
Continúan la fiesta de Navidad en cantinas de la CDMX; "estoy pedísimo, pero a gusto y disfrutando", relatan
Los campamentos de verano en Estados Unidos están endureciendo sus políticas sobre vacunas y algunos están dispuestos, incluso, a rechazar a niños cuyos padres hayan optado por no vacunarlos contra el sarampión, en momentos en que el país lucha contra su peor brote de la enfermedad en 25 años.
Con una asistencia prevista de más de 10 millones de niños el próximo verano boreal, los propietarios de campamentos y las asociaciones de la industria están instando a los padres a seguir los consejos de los expertos médicos para evitar que sus centros recreativos se conviertan en lugares de transmisión de enfermedades altamente contagiosas y, a veces, mortales.
Scott Rosmarin, cuya familia opera desde hace tres generaciones el Rosmarins Day Camp en Monroe, Nueva Yor k, indicó que envió a familias de campamentos anteriores una carta de advertencia de que rechazaría a los niños si sus padres alegan objeciones religiosas o filosóficas contra la vacuna.
"Solía aceptar a los niños si tenían una exención religiosa, pero ahora no", dijo Rosmarin en una entrevista telefónica desde su campamento en el valle de Hudson, unos 80 kilómetros al norte de la ciudad de Nueva York . "Si pierdo un par de chicos, los pierdo (...) Hay que hacer lo correcto".
Rosmarin tiene razones especiales para preocuparse. El Estado de Nueva York representa la mayoría de los casi 900 nuevos casos de sarampión reportados en Estados Unidos este año, con brotes concentrados en el distrito de Brooklyn y el condado de Rockland.
Los expertos en salud han calificado como "completamente evitable" la rápida propagación de la enfermedad, que afectó esta semana al Estado número 25, con un caso confirmado en Maine .
Los expertos atribuyen el brote en curso a una campaña de desinformación sobre la vacuna en una facción de padres que creen que puede causar autismo, aunque la ciencia médica ha desacreditado esta preocupación.
El Departamento de Salud del Estado de Nueva York envió una advertencia sobre el virus el mes pasado a los aproximadamente 2 mil 550 campamentos de verano con licencia.
La misiva, a la que tuvo acceso Reuters, incluyó una "recomendación encarecida" a cualquier persona que trabaje o asista a estos centros para que reciba la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola -tripe vírica-, que confiere inmunidad a la enfermedad.
Funcionarios de salud en los otros seis estados donde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos están monitorizando brotes activos dijeron a Reuters que no han tomado medidas similares.
"MUY ESTRICTOS"
Sin embargo, Kelley Freridge, portavoz de la American Camp Association, dijo que campamentos de todo el país han pedido asesoría a los departamentos de salud locales para adoptar las medidas necesarias para impedir que la enfermedad se propague.
"Este año en particular, al igual que en los colegios y otros lugares, los campamentos están siendo muy estrictos sobre los permisos a los niños sin inmunización", dijo Susie Lupert, directora ejecutiva de la asociación de campamentos de Nueva York y Nueva Jersey.
A nivel nacional, el grupo acredita unos 3 mil 100 campamentos que reciben a unos 10.3 millones de niños al año. Eso representa solo una fracción del número total de campamentos, que van desde propiedades históricas a orillas de un lago en Nueva Inglaterra, donde los niños viven en cabañas, hasta instalaciones enfocadas en deportes específicos y centros diurnos locales con artesanías y canciones.
La Asociación de Enfermeros de Campamentos publicó una carta en su sitio web este mes advirtiendo que todas las personas en los centros deben estar completamente inmunizadas a menos que tengan una exención médica.
Los campamentos de verano están sujetos a un mosaico de regulaciones estatales, muchas de las cuales no estipulan si pueden admitir niños que no hayan recibido la vacuna contra el sarampión por razones no médicas.
Algunos carecen de regulación. El Departamento de Salud del Estado de Nueva York regula los campamentos en los que se pernocta y los que ofrecen múltiples actividades diurnas, pero la ley estatal exime a los campamentos que se enfocan en una sola actividad, como el teatro, la música o un deporte.
Ben Esposito, director de Camp Alvernia en Centerport, Nueva York, dijo que un par de familias ya se habían retirado del campamento desde que envió la política actualizada de vacunas.
Asimismo, indicó que valió la pena la pérdida de negocios para proteger a sus campistas de 3 años, que son demasiado jóvenes para recibir la segunda dosis recomendada de la triple vírica y son especialmente vulnerables al contagio.
"Es algo muy fácil de prevenir para la gente", indicó. "Realmente valoramos la salud y la seguridad de los niños".
lsm